El investigador del campus de Gandía Jesús Alba ha señalado que cada vez existe más demanda de nuevas soluciones que garanticen el aislamiento acústico de los edificios frente al ruido en beneficio del confort de los ciudadanos.
"En este sentido, los materiales compuestos como el que hemos desarrollado constituyen una nueva alternativa, tanto desde el punto de vista tecnológico como medioambiental", ha apuntado.
En su estudio, los investigadores analizaron las propiedades mecánicas y acústicas del nuevo material y las compararon con las de materiales compuestos convencionales fabricados con fibra de vidrio y con materiales ligeros utilizados comúnmente en la edificación.
"Comparado con una placa de yeso laminado, se consigue aumentar 3 o más decibelios, es decir, duplicamos el aislamiento. Y utilizado como sándwich doble podemos cuadriplicarlo, obteniendo mejoras de 6 decibelios o más", ha destacado Alba.
Para llevar a cabo estos análisis, los investigadores utilizaron Aisla, una aplicación informática desarrollada en los laboratorios del campus de Gandia de la UPV que permite conocer "in situ" el índice de reducción sonora de los materiales.
"Aisla presenta una ventaja importante frente a la mayoría de aplicaciones comercializadas, y es que se pueden caracterizar los materiales de forma real (con valores que se obtienen en el propio laboratorio) y no con estimaciones de modelos numéricos", ha destacado el investigador.
Asimismo, debido a la procedencia de las materias primas con las que está construido, aplicado al mercado se trataría de un producto económicamente muy competitivo para el desarrollo de habitáculos interiores y elementos separadores de medios de transporte, entre otras aplicaciones.