¿Puede haber cohesión territorial sin tener en cuenta el recurso agua? La respuesta es no. Así de concluyente se pronuncia quien suscribe, Alfredo Cajal (director del Instituto Aragonés del Agua). Respuesta al hilo de la creación del Intergrupo Europeo sobre Áreas Rurales, Montañosas y Aisladas, y en vísperas de la celebración (el 22 de marzo) del Día Mundial del Agua.

    El citado Intergrupo habla de “cohesión territorial”, no como meras palabras sino como “políticas activas para conseguir el objetivo de reducir la brecha entre el medio urbano y el rural”.

    Considero que el agua es esencial para alcanzar una cohesión territorial real. Precisamente una de las apuestas del Intergrupo es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en áreas rurales, montañosas y remotas.

    En la misma línea se pronuncia Naciones Unidas, que quiere reflexionar en este 2015 (en el marco del Día Mundial del Agua) sobre el hecho de que este recurso “es fundamental para las tres dimensiones del desarrollo sostenible: Social, económica y ambiental”.

    Es más. Dice que “es necesario pasar de un enfoque sectorial del agua hacia un enfoque multidisciplinar, que capte las interconexiones entre la alimentación, energía, salud, comercio, medio ambiente y agua”.

    Creo firmemente que “el territorio no debe discriminar al ciudadano”, y considero que la mayor discriminación es no poder contar con agua en cantidad y calidad suficientes. Por este motivo, son fundamentales las infraestructuras hidráulicas, los sistemas de abastecimiento y la depuración de aguas residuales. Y son fundamentales independientemente del lugar en el que se ubiquen los núcleos habitados.

    Aragón es un territorio extenso, con una orografía complicada y con zonas marcadas por su aridez; además, en materia demográfica su población está diseminada en un número elevado de pequeños núcleos dispersos por toda la comunidad autónoma.

    Todo ello no debe ser impedimento para una igualdad real de oportunidades. El territorio debe ser competitivo, en el sentido de que los habitantes y quienes quieren emprender una iniciativa empresarial tengan garantizados el abastecimiento de agua, energía eléctrica, comunicaciones y nuevas tecnologías.

    Hay que tener en cuenta que no se puede entender la Revolución Industrial sin una previa revolución agraria, que permitió abastecer de materias primas a las nuevas industrias. Y conviene recordar que una ciudad como Zaragoza tiene la importancia que tiene por su ubicación en un gran río como es el Ebro, y por la llegada del agua en su día a través del Canal Imperial (importante para regar y como vía de transporte).

    Lo mismo que para Zaragoza el agua es igual de importante para el resto del territorio aragonés. Sirva de conclusión la afirmación de que el objetivo de que el agua llegue a cada domicilio las 24 horas del día los 365 días del año ha sido siempre y sigue siendo el empeño del Instituto Aragonés del Agua desde su creación en 2001.

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