Estos importes, los máximos que se han podido conseguir en la negociación en un contexto de excedentes de azúcar y precios bajos en toda Europa y el resto del mundo, convierten de nuevo, según destaca ASAJA en una nota, a la remolacha "en una alternativa real en la agricultura de regadío, tanto regadíos modernizados como riegos privados, y muy en particular en las zonas productoras próximas o relativamente próximas a las fábricas azucareras".
Por eso, ASAJA de Castilla y León "espera y desea que con este marco de estabilidad de cinco años el sector aumente de forma considerable su superficie de cultivo, lo que será bueno para el propio sector, pero también para las muchas empresas que prestan bienes o servicios al sector remolachero, y para el empleo que se genera en las plantas de molturación".
El objetivo es lograr producir toda el azúcar que se consuma en España
Tras ester acuerdo, el objetivo marcado por todas las partes es conseguir producir en España, "si la rentabilidad lo permite", la totalidad del azúcar que se consume, algo que será posible dentro de dos años cuando desaparezcan las cuotas de producción, y un hecho que de producirse tendrá como protagonista al campo de Castilla y León.
El acuerdo es fruto del consenso al que se ha llegado después de meses de trabajo entre el sector productor e industrial, que además de negociar las relaciones comerciales contractuales, ha negociado con las administraciones las ayudas públicas al sector enmarcadas en la nueva PAC: una ayuda a la calidad y otra ayuda a través del Programa de Desarrollo Rural.
La ALIANZA, contenta porque dará estabilidad a este cultivo en CyL
Por su parte, LA ALIANZA UPA-COAG también valora positivamente la firma qdel nuevo Acuerdo Marco Interprofesional "puesto que supone dar una estabilidad de precios a un cultivo imprescindible para Castilla y León". Precisamente destaca que "la clave está en haber conseguido la consolidación de un cultivo como el de la remolacha en nuestra región al menos hasta el año 2020, a pesar de que las cuotas remolacheras desaparezcan en el 2017".
Otro aspecto importante que supone el nuevo AMI es, para la ALIANZA, que "por primera vez se premia la cercanía de la remolacha contratada a la fábrica, que es una medida de futuro para hacerlo realmente competitivo".
Por otro lado, resalta que el precio final que perciba el agricultor dependerá en un porcentaje de la cotización internacional del azúcar, por lo que si ésta es alta redundará positivamente en los beneficios finales del productor.
LA ALIANZA UPA-COAG confía en que este nuevo acuerdo de estabilidad sea la base para impulsar un cultivo muy social y del que dependen muchas economías del medio rural, ya sea directa o indirectamente.