Estados Unidos y la Unión Europea han alcanzado un acuerdo comercial que establece unos aranceles del 15% a los productos comunitarios, incluyendo los agroalimentarios, aunque se abre la puerta a que algunos de ellos, que se consideren estratégicos puedan quedarse con un arancel cero. De hecho, el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV, por sus siglas en francés) ya ha pedido a la Unión Europa y a Estados Unidos que en su acuerdo comercial definitivo el vino sea de arancel cero.

EEUU es importante para las empresas agroalimentarias españolas tanto en facturación como en lo que significa como mercado de alta rentabilidad, pero este acuerdo, que a falta de conocer los pormenores del mismo, a los únicos sectores que favorecen es al automovilístico alemán y, en principio, a las farmacéuticas, incluidas las españolas.

En teoría, productos tan emblemáticos como el aceite, la aceituna o el vino, y en menor medidas conservas y zumos, verán aumentados sus aranceles en un 15% y verán encarecidos sus precios en EEUU, aunque el acuerdo establece también pero se establezca un límite máximo, lo que garantiza que no habrá una escalada arancelaria posterior.

De igual modo, como parte del acuerdo, la Comisión Europea se compromete a comprar 750.000 millones de dólares en energía estadounidense, incluyendo gas natural licuado y combustible nuclear, con el objetivo de diversificar sus fuentes de suministro y reducir su dependencia del gas y petróleo rusos. Además, se ha acordado una inversión adicional de 600.000 millones de dólares por parte de la UE en Estados Unidos, lo que refuerza los lazos económicos y financieros entre ambos bloques.

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