El acuerdo que la Federación Agroalimentaria de CCOO quiere impugnar es el alcanzado esta madrugada entre la dirección de Panrico y la mesa negociadora sobre el ERE, que prevé el despido de 745 trabajadores de los 4.000 que componen la plantilla y una rebaja salarial de hasta el 18 % para el resto.
La Federación Agroalimentaria de CCOO (FEAGRA-CCOO) ya emitió un comunicado en el que aseguraba que ni ella, ni la Sección Sindical Intercentros de CCOO en Panrico habían firmado el acuerdo del ERE de la propietaria de Donuts y Bolycao, que lleva varias semanas en proceso de negociación.
Precisaba que sí lo habían firmado los "compañeros de los comités de Sevilla, Valladolid y Zaragoza, condicionados por el resultado de los resultados favorables al sí de sus centros de trabajo, dejando entrever que no sabían que el acuerdo iba a ser vinculante para todos los trabajadores.
Rechazo claro en Barcelona
También los trabajadores de la planta de Panrico en Santa Perpètua de Mogoda estudian presentar una impugnación del acuerdo al que "algunos sindicatos y la dirección" han llegado , a la vez que aseguran que los representantes del sindicato CCOO han abandonado la negociación cuando han visto que el acuerdo de la mesa, formada por 13 personas, entre ellas representantes de UGT y de la dirección, estaba ya casi dado por hecho.
De los 745 trabajadores que se prevé despedir en los próximos meses en todos los centros de producción del Estado, 154 corresponden a la planta vallesana, 30 de los cuales serán despedidos antes de finalizar este año y el resto, 124, a lo largo de 2014.
"Las rebajas salariales también serán más importantes en nuestro centro de producción, serán de alrededor del 21 % porque aquí tenemos los niveles salariales más altos", ha señalado el presidente del comité de empresa, Ginés Salmerón, que recuerda que el acuerdo establece una rebaja media del 18 % para toda la plantilla, lo que tendrá mayores consecuencias sobre los trabajadores catalanes.
Los trabajadores de la planta de Santa Perpètua de Mogoda celebrarán una asamblea donde estudiarán si aceptan el acuerdo o si por el contrario mantienen la huelga indefinida que arrancó el pasado 13 de octubre tras no haber cobrado las nóminas correspondientes al mes de septiembre.
La huelga tiene como consecuencia la paralización total de la producción en la planta vallesana, la única de todo el Estado adaptada para fabricar los Donettes, por lo que desde mediados de octubre no se ha repartido ningún producto fabricado desde esta fábrica.
La empresa insiste en que es vinculante y no hay más negociación
Por su parte, la empresa, ajena a estas declaraciones, destacaba el esfuerzo realizado por los sindicatos durante la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) "para evitar el escenario de concurso".
En un comunicado, el fabricante de Donuts, que está en situación de preconcurso, recuerda que la firma de este acuerdo definitivo es vinculante para todos los centros de la península española y pone fin al período de consultas.
De igual forma, Panrico también llegó a un acuerdo con los representantes de los trabajadores autónomos de su red de distribución para prescindir de 300 repartidores y aplicar al resto una rebaja salarial del 15 %.
"La compañía agradece especialmente el esfuerzo demostrado por los trabajadores autónomos comprometidos para procurar un futuro negociado en Panrico", señala la empresa, que subraya que este futuro se consolidará sólo "con el buen trabajo y esfuerzo conjunto y permanente".
En definitiva, un acuerdo del que nadie sabe a ciencia cierta qué validez tiene, que puede ser efectivo pero no acabar con la huelga y, por tanto, con los problemas de la empresa y que deja tan abierta o más la sombra del concurso de acreedores si no se logra alcanzar un consenso que ponga fin a tanto enfrentamiento y confusión.