El aceite de España ha superado al de Italia en la mayoría de los destinos mundiales, incluidos los emergentes. Pero los envasadores de Asoliva están muy preocupados por las crecientes barreras no arancelarias en EEUU, Australia y algunos países de Asia, que obstaculizan el comercio.
El director de la Asociación de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico, asegura en una entrevista con Efeagro que “los mercados exteriores están liderados totalmente por España”, incluido EEUU y Asia, y que la pretendida supremacía de Italia es ya “un mito”.
Según Pico, nuestro país siempre ha sido líder en exportación, si se tienen en cuenta las salidas físicas hacia otros destinos, sobre todo gracias al componente de los envíos hacia Italia, que es el principal cliente, que absorbe cada ejercicio entre el 40 y 45% de la producción española.
Sobre EEUU -que consume el 50 % del aceite de oliva mundial-, Pico recuerda que el posicionamiento de las marcas italianas era históricamente muy grande, pero que su liderazgo “es cosa del pasado” porque hace dos o tres años que España le superó, como también lo ha hecho en mercados como el de Japón, India o China. Sólo hay dos destinos “que se nos resisten” y en los que Italia vende más ahora: Alemania y Canadá.
La cuota de mercado en el mundo de los “olivas” frente a otros aceites vegetales es del 3 %, por lo que hay grandes posibilidades de crecimiento, incluso si se supera una producción de 2 millones de toneladas en España en poco tiempo, como auguran los expertos.
Competitividad y trabas al comercio
Italia tiene sobrecostes derivados del transporte del aceite desde España, por lo que -para Pico- nuestro país “es mucho más competitivo”. “Tenemos los mayores productores, almazaras, envasadores y exportadores”, aunque el reto pendiente es ganar mayor valor añadido a través del envasado y de las marcas, indica. Agrega que las cuotas de mercado que España va ganando lo hace con el virgen extra -el segmento que se beneficia del mayor crecimiento de la demanda mundial- y el envasado, aunque el granel sigue siendo vital porque permite dar salida a grandes volúmenes.
Pero el director de Asoliva incide en que otros países productores con los que ha que competir y tienen costes inferiores -como Túnez, Turquía, Siria, Marruecos, Chile, Argentina o Australia-, a lo que se suma la presencia de aceites comestibles más baratos, arraigados en las costumbres gastronómicas de muchos países.
“Somos líderes, pero nos preocupa que cada día que pasa hay más barreras no arancelarias” que obstaculizan la exportación, es decir, normativas en terceros países sobre residuos fitosanitarios y pesticidas, o sobre parámetros físico-químicos para determinar la calidad del aceite, que son diferentes a las que promueve la Unión Europea (UE) y el Consejo Oleícola Internacional (COI).
Por ejemplo, la lista comunitaria sobre materias activas permitidas es de 400, pero EEUU sólo tiene 3, y también son diferentes las normativas en Japón, Brasil, China o Taiwán, lo que puede provocar problemas en los envíos de aceites europeo. “La UE debería tomar cartas en el asunto para minimizar en lo posible el problema y que el aceite tenga menos trabas”, señala.
Australia, California y perspectivas para Asoliva
Australia, por ejemplo, ha aumentado sus plantaciones de olivos hasta alcanzar hoy un nivel de autoconsumo del 40-45%, lo que supone una reducción de cuota de mercado para España, que ha sido su primer proveedor en los últimos ejercicios.
California sigue la estela de Australia -incluidas las trabas no arancelarias que sustenta en normativas propias que le sirven para desacreditar la calidad del aceite de importación-, y ya producen 10.000 toneladas, aunque su consumo supera las 320.000 toneladas.
En todo caso, el liderazgo español será mucho mayor en la campaña actual, porque Italia no tiene aceite -en el mejor de los casos obtendrá 180.000-200.000 toneladas, frente a nuestro país, que podía rondar los 1,3-1,4 millones de toneladas este año- y tampoco obtendrán grandes cifras Grecia, Túnez o Marruecos, detalla Pico.
El ejercicio pasado fue bueno en exportación, pese a la subida de precios en origen, mientras que el actual será positivo porque habrá más disponibilidad de materia prima, lo que podría arrojar cifras de exportación de 950.000 o un millón de toneladas, concluye.
(Texto: Ginés Mena / Efeagro)
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