La industria de los invernaderos no podría entenderse sin el uso del plástico. Estos plásticos, que a simple vista parecen poco sofisticados, son el fruto de años de investigación e innovación, y permiten que puedan cultivarse alimentos saludables de forma absolutamente natural en épocas donde no sería posible sin su ayuda debido al frío, el viento, las lluvias o las heladas. Gracias a su protección, los invernaderos solares proveen de alimentos saludables a 500 millones de personas. Desde la campaña de promoción e información Cute Solar: cultivando el sabor de Europa en invernaderos solares aclaramos los bulos en torno al reciclaje de los plásticos en el sector de la agricultura en invernaderos solares.
El modelo productivo de los invernaderos solares en España, caracterizado por el uso de cubiertas plásticas, muchas veces pintadas de color blanco, únicamente genera el 7% de los residuos plásticos originados en el país por la agricultura y el nivel de reciclaje es realmente excepcional. De las 32.000 toneladas de plástico generadas anualmente por los invernaderos solares de las provincias de Almería y Granada, se recicla el 95%.
¿CUÁNTOS RESIDUOS PLÁSTICOS GENERAN LOS INVERNADEROS SOLARES?
La industria de los invernaderos origina dos tipos de residuos plásticos. Por un lado, los que se utilizan para las cubiertas, que tienen una vida útil de entre 3 y 5 años. Pasado este tiempo, son retirados y entregados a empresas gestoras autorizadas donde son valorizados y transformados en granza de LDPE (polietileno de baja densidad) con el que se fabricarán nuevos utensilios, como cajas de campo, maceteros o mobiliario urbano, entre otros. Cada año se generan alrededor de 16.000 toneladas de estos plásticos, de los que se recicla el 100%, según explica Rosa García, técnico del departamento de Agroecología de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (APROA).
Por otro lado, están los plásticos destinados a la actividad agrícola (plásticos utilizados para la solarización –método natural de desinfección del terrero-, plásticos de acolchado, manta térmica, malla antitrips…). De las 16.000 tn de este tipo de plástico generadas al año, se reciclan el 90%.
A pesar de estas cifras, aún queda un pequeño porcentaje para conseguir unas tasas de reciclaje del 100%. Desde APROA se señala la necesidad de impulsar diferentes líneas para conseguirlo, entre ellas, “campañas de información y concienciación a productores y cooperativas, acuerdos con administraciones para mejorar la normativa y sistemas de gestión específicos y que garanticen la trazabilidad del residuo”.
En este sentido, según la experta de APROA, “es necesario establecer un sistema en el que todos los agricultores tengan la obligatoriedad de justificar que han entregado a un gestor autorizado todo el plástico retirado de su explotación de tal manera que la trazabilidad este garantizada”, algo así como un sistema de trazabilidad del plástico, como ya existe en los productos cultivados y su transporte. Por otro lado, prosigue la especialista “los fabricantes y distribuidores de plástico agrícola deberían constituir un sistema de gestión que facilite al agricultor el reciclaje del plástico (la industria del plástico agrícola ya está en ello) y, finalmente, tanto desde las organizaciones agrarias como desde la Administración debemos seguir concienciando a los agricultores y denunciar todas aquellas prácticas que no favorezcan el reciclado del plástico”.