Este tipo de precipitaciones perjudican "gravemente" a la cosecha, aunque, obviamente, los agricultores esperan que esta campaña se extienda el ciclo tardío de la campaña debido a su retraso.

    Las condiciones climatológicas han llevado este año a un retraso de la campaña y a una reducción en cuanto a superficie y a número de hectáreas, aunque aún es pronto para "hablar de previsiones de producción total", pues el rendimiento por hectárea "se desconoce todavía".

    Sin embargo, las mejores producciones de la campaña del tomate se producen en aquellas parcelas que se plantan primero; y este año, la campaña se va a retrasar entre 15 y 20 días en relación a su fecha habitual -en torno al 15 o al 20 de julio-, aunque no es descartable un inicio a mediados de agosto.

    No en vano, Juan Moreno recuerda que este año en las parcelas más tempranas se ha hecho la plantación de forma "más tardía" pues había que esperar al final de las lluvias.

    Los datos de contratación por hectárea se ubican esta campaña entre los 75.000 y los 80.000 kilos, a niveles parecidos en relación a 2012, donde se alcanzaron los 80.000 kilos.

    Pese al retraso de la campaña, recordar que los agricultores, empresarios y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ya se han reunido para intentar acabar con las infracciones en el transporte del tomate, que cada vez son menores.

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