Según las conclusiones del estudio, el 59,2 por ciento de los españoles tira los productos caducados frente a un 20,7 por ciento que los consume si no ha pasado mucho tiempo desde que se ha cumplido la fecha de caducidad. Otro 19,5 por ciento opta por consumirlo o tirarlo dependiendo del tipo de producto.
  
   En general, los consumidores prestan bastante atención a la caducidad de los alimentos. El 85 por ciento de los españoles comprueba siempre las fechas cuando compra alimentos, frente a un 2,2 por ciento que no lo mira nunca. Los productos que más se controlan son los lácteos: leche, yogures, batidos (42,1 por ciento); productos frescos; carnes, pescados, frutas (24,5 por ciento) y, en ultramarinos, las galletas, pastas o conservas (10 por ciento).
   En el hogar, sin embargo, el control de caducidad desciende. Un 77,2 por ciento de consumidores acostumbra a revisar siempre las fechas de caducidad de los productos que tienen en las despensas o frigoríficos; un 18,7 por ciento lo hace a veces y un 4,1 por ciento no lo revisa nunca.
   Entre los entrevistados que acostumbran a consumir productos que han sobrepasado la fecha de caducidad, los alimentos que no les presentan reparo son los yogures (78,8 por ciento), las pastas y arroces (16,4 por ciento), la leche y batidos (12,6 por ciento), las galletas y dulces (12,1 por ciento) y las conservas (11,4 por ciento).
   Por el contrario, los alimentos que los consumidores declaran no consumir una vez caducados son los productos frescos como carnes, pescados y frutas (57,7 por ciento), las conservas (26,7 por ciento), la leche y batidos (24,5 por ciento) y los embutidos (12,3 por ciento).
   La crisis económica también modifica las pautas del consumidor. Así el 41,3 por ciento de los españoles manifiesta haber diminuido la cantidad de alimentos que tira a la basura, una tendencia creciente entre los jóvenes y que diminuye a medida que aumenta la edad. La actual situación económica también influye en un 13,7 de los encuestados que declara reutilizar más algunos productos como el aceite, junto con un 25 por ciento que también lo reutiliza como costumbre que ya tenía antes de la crisis.
   Para la realización del estudio se ha preguntado también sobre la diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente, constatándose que el 64,7 por ciento de los encuestados conoce los dos conceptos, especialmente los jóvenes (70,7 por ciento) y en menor medida los mayores de 55 años (54,9 por ciento).
    Ante la idea de que los establecimientos de distribución pudiesen sacar ofertas de productos de alimentación con fechas de caducidad muy próximas a cumplir, el 54,6 de los entrevistados admite que los compraría. También un elevado porcentaje de consumidores (75,1 por ciento) considera acertada la idea planteada en el Parlamento Europeo de ampliar la fecha de caducidad de algunos productos alimenticios, para reducir el número de toneladas de alimentos en buen estado que se desperdician cada año.
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