Esta situación de precariedad en la acreditación de la propiedad está causando "enormes perjuicios a la hora de comprar y vender o heredar la fincas, pero sobre todo causa daños irreparables a los agricultores que necesitan construir naves agroganaderas, instalar sistemas de riego, o hacer inversiones de cualquier tipo, pues la propiedad rústica, si no está inscrita en el Registro, no es una garantía real".
   
    En este sentido, ASAJA ha detectado que, a las dificultades de financiación que tienen los agricultores como otros empresarios y autónomos, se suma este hecho "de no poder aportar garantías reales con el principal capital que tienen los agricultores y ganaderos, que son sus tierras, unas tierras que a los ojos de las entidades financieras, al no estar Registradas, no tienen valor alguno".

Afecta a muchas explotaciones de las más productivas

   Esta situación denunciada por ASAJA, que afecta a tantas hectáreas y a tantos agricultores, "golpea más a las explotaciones más productivas y donde más actividad inversora se está produciendo, por ser las zonas de nuevos regadíos y regadíos modernizados. Por si fuera poco, estos agricultores, que necesitan cambiar sus sistemas de riego con fuertes inversiones, no reciben ayuda alguna de la Junta, ya que la partida de ayudas a planes de mejora de explotacione”, del PDR, está agotada desde hace más de un año".

    Por ello, ASAJA hace un enésimo llamamiento a la Junta de Castilla y León "para que ponga solución a este grave problema, una cuestión que no requiere de gasto presupuestario y que únicamente depende de la voluntad política por solucionar problemas de los ciudadanos".

(Foto: Archivo)

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