La crisis del coronavirus ha impactado en el sector hortofrutícola. De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el 19% de las empresas industriales dedicadas al procesado y conservación de frutas y verduras se encuentra en un nivel máximo o elevado de riesgo de impago. El porcentaje se eleva al 20% de riesgo de impago entre las empresas dedicadas a su venta mayorista o minorista. Aunque las medidas de confinamiento del primer semestre impulsaron con fuerza el consumo de frutas y hortalizas, la pandemia ha tenido efectos disruptivos en los costes del sector, alterando la disponibilidad de capital humano y las cadenas logísticas de un sector clave que ha sabido garantizar en todo momento el abastecimiento alimentario.
El primer semestre de 2020 supuso un desafío para el sector hortofrutícola, que afrontó la alteración de sus procesos de producción, distribución y comercialización sometidos a los fuertes cambios que registró la demanda. El análisis de las cuentas agregadas del sector muestra márgenes muy ajustados, ligeramente por encima del 2% tanto en el segmento industrial como en el comercial, lo que incrementa el impacto de las tensiones sufridas por la cadena de valor en el riesgo de crédito de sus empresas.
De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, un 23% de las industrias transformadoras y un 20% de las empresas de servicios del sector hortofrutícola se concentran en Andalucía. Le sigue en importancia la Comunidad Valenciana (11% de las industriales, 19% de las de servicios), Cataluña (9% y 15%) y Murcia (10% y 9%). El segmento industrial muestra un mayor tamaño empresarial, con un 23% del tejido compuesto por grandes y medianas empresas. En el segmento comercial, este porcentaje apenas alcanza el 15%. El segmento industrial también muestra una mayor madurez. El 55% de sus empresas cuenta con más de 15 años de antigüedad, 12 puntos por encima del tejido dedicado a la venta hortofrutícola.
(Gráfico: Iberinform)