De acuerdo con María Andrea Uscátegui, Directora Ejecutiva de Agro-Bio, “el hecho de que las manzanas genéticamente modificadas puedan retrasar el proceso de oxidación o el pardeamiento de la fruta, manteniéndola en buena condición por un periodo más largo sin cambiar sus características, le brinda a los consumidores un alimento más atractivo a la vista y disminuye las cantidad de manzanas que a diario son desperdiciadas por este hecho”.

     Cabe destacar que estas manzanas hacen parte de la segunda ola de desarrollo de cultivos genéticamente modificados que buscan brindar beneficios no solo a los productores, sino a la industria de alimentos y consumidores, “esperamos más adelante tener a nuestra disposición otros alimentos derivados de cultivos genéticamente modificados con mas valor nutricional como un arroz con mayor contenido de Vitamina ‘A’ o una soya con Omega3”.

    La variedad de manzana Artic nació a partir de una investigación sobre los daños enzimáticos que sufren las papas al ser peladas. Para evitar esto, los investigadores silenciaron los genes PPOs de las papas y esta misma técnica se aplicó a las manzanas, logrando que se produzcan hasta un 10% menos de proteínas PPOs.

    De acuerdo con un comunicado de prensa liberado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos –USDA, United States Department of Agriculture, por sus siglas en inglés-, las dos variedades aprobadas de manzanas biotecnológicas (Arctic Golden y Arctic Granny) no van a tener ningún impacto en el medio ambiente, tal y como lo indica la Ley de Política Ambiental Nacional.

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