Por ello, consideran que la educación en "valores" en los centros escolares y la participación de hombres y mujeres en la lucha contra esta situación para "romper el silencio cómplice" son algunas de las medidas fundamentales para superar estas situaciones.

   La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) también hará hincapié en la educación y el próximo lunes organizará un acto en la plaza mayor de Ciudad Real en el que participarán alumnos de dos colegios que dejarán sus mensajes contra la violencia en un gran árbol, según ha explicado a Efeagro su presidenta, Carmen Quintanilla.

   "El silencio de las mujeres que viven en los pueblos es una realidad, ya que el qué dirán aún importa, las mujeres tienen miedo y las instituciones aún están lejos", ha subrayado Quintanilla, por lo que ha reclamado un esfuerzo para superarlo.

   Desde la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar), ha señalado que "es necesario seguir fomentando políticas de prevención y erradicación desde todas las instituciones públicas y privadas, incidiendo sobre todo, en las edades más tempranas".

   En un manifiesto, ha expresado su "absoluto rechazo" a este tipo de violencia, que se ha convertido en "uno de los problemas más graves que tiene la sociedad española y, por tanto, en la expresión más clara de discriminación que sufren las mujeres".

   Por su parte, la Federación de la Mujer Rural (Fademur), que tiene previsto participar en varios actos en torno al 25-N, cree "fundamental defender en el medio rural un modelo de educación igualitario para poder superar el sexismo y la violencia contra las mujeres".

   La presidenta de esta organización, Teresa López, cree que es necesario "reforzar la coordinación y los recursos" para ayudar a las mujeres a denunciar, ya que en los pueblos las víctimas "tienen más dificultades", conviven en los maltratadores en la misma localidad, en un mundo que "no ofrece el anonimato, ni la seguridad" que puede tener el medio urbano.

    La presidenta de la Confederación de Mujeres del Medio Rural (Ceres), Inmanculada Idáñez, ha solicitado que al menos en cada comisaría o cuartel de la Guardia Civil haya una persona formada en el tratamiento de la violencia de género.

    La educación, desde pequeños, "es fundamental" para Ceres, porque el número de víctimas entre la población joven alerta de que "estamos dando pasos hacia atrás".

    En el caso de la Unión de Centros de Acción Rural, (Uncear), ha redactado un manifiesto con motivo del 25-N en el que señala que "para la sociedad resulta difícil comprender que existen mujeres que soportan malos tratos sin intentar protegerse", por lo que insiste en que la causa es que muchas "tratan de revestir su realidad como una relación normalizada en familia".

   Por ello, entre sus reivindicaciones, se encuentra dotar de más eficacia al protocolo de actuación en los municipios rurales y realizar acciones de sensibilización dirigidos a todos los rangos de edad, especialmente a la población joven.

   Desde el colectivo de mujeres "Sol Rural", su presidenta Francisca Gago ha insistido en la educación "como la clave de la que todo debe partir" y en reclamar más trabajo "de la sociedad en su conjunto" para acabar con esta lacra de toda la sociedad.

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