EFE.- Representantes de la organización han entregado un informe en este sentido a Peter Gammeltoft, Jefe de la Unidad de Protección del Agua y el Entorno Marino de la Comisión Europea, en el que se identifican las tres principales problemáticas que afectan a la biodiversidad, el agua y el suelo de este ecosistema, según ha informado Ecologistas en un comunicado.
La primera de ellas es, a juicio de la organización, el dragado de profundización en el Estuario de Guadalquivir para permitir la llegada de barcos de mayor calado desde la desembocadura hasta el Puerto de Sevilla, que pretende llevar a cabo la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS).
La segunda, la extracción «ilegal y masiva» de agua en Doñana que está desecando las lagunas peridunares, la marisma, y en definitiva, destruyendo el acuífero que alimenta a Doñana.
Y la última, los proyectos mineros existentes que vierten aguas residuales al río Tinto y Odiel, y la posible reapertura de la mina de Aznalcóllar que podría afectar al Lugar de Interés Comunitario (LIC) del río Guadiamar; río que supone el mayor aporte de agua superficial a Doñana.
Antonio Ramos, responsable del estudio de los proyectos mineros, de Ecologistas en Acción de Andalucía, ha destacado el continuado incumplimiento de las Directivas Europeas que se basan principalmente en la calidad de las masas de agua como exige la Directiva Marco del Agua o la afección a la Red Natura 2000 a través de las Directiva Hábitats y Directiva Aves.
«Estos incumplimientos demuestran el desprecio de las autoridades andaluzas hacia el ordenamiento comunitario de obligado cumplimiento», ha denunciado.
La denuncia de las amenazas a Doñana ante las Instituciones Europeas, se enmarca dentro del programa que una veintena de organizaciones y plataformas del Estado español han elaborado para exigir a la CE que actúe ante estos incumplimientos de las autoridades españolas.
«Conservar y proteger el recurso agua es una fuente de empleo para el desarrollo sostenible de la Comarca de Doñana», pero «para que esto se lleve a cabo es fundamental desestimar el proyecto de dragado de profundización del río Guadalquivir, acabar con la sobreexplotación del acuífero y suprimir el proyecto minero de Aznalcóllar tal como está concebido», ha concluido Antonio Ramos.