El Pais.- El Limia atraviesa una de sus peores crisis. A finales de noviembre, a su paso por Xinzo, su curso quedó seco y podía transitarse por el cauce. Además, la contaminación es alarmante y el mes pasado la propia Confederación Miño-Sil reconoció que el foco procedía de las abundantes granjas avícolas y de la agricultura intensiva. Según denunció ayer la Sociedade Galega de Historia Natural, el secado de este río y otros que irrigan A Limia no se debe a la falta de lluvia, sino a la “sobreexplotación del agua en la comarca, tanto por las instalaciones de regadío legales como por cientos de motores ilegales que nadie ve a plena luz”.
El embalse de As Conchas está infestado de cianobacterias tóxicas por la contaminación masiva del Limia. Ahora, la Confederación planea desbrozar las márgenes, y según la SGHN esto agravará el problema: Esa vegetación de ribera es “fundamental en la depuración de la contaminación agrícola”.