El juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona ha condenado a dos presidentes de coto de caza de Navarra y a un guarda a dos años y ocho meses de prisión, la mayor pena impuesta hasta ahora en España por un delito contra la fauna por envenenamiento de aves rapaces.

Las penas para cada uno de ellos –los tres con cargos de responsabilidad en las sociedades de cazadores de los cotos donde sucedieron los hechos-, son de 2 años y 8 meses de prisión, y de 5 años y 4 meses de inhabilitación especial para “la gestión del aprovechamiento cinegético de cotos de caza, para el oficio de guarda de caza y para el ejercicio del derecho a cazar”. Deberán además indemnizar de forma conjunta y solidaria a la Comunidad Foral de Navarra en la cantidad de 67.538,65 €.

La sentencia añade que los hechos declarados probados son constitutivos de dos delitos relativos a la protección de la fauna, uno de ellos en la modalidad de caza de especies amenazadas, y otro en la modalidad de empleo para la caza de veneno, según informa el Gobierno de Navarra.

Los hechos objeto de la sentencia tuvieron lugar entre abril y julio del año 2012, cuando se descubrió el envenenamiento de 138 aves rapaces de especies catalogadas como “vulnerables” o en “peligro de extinción” en los términos de los cotos Montes del Cierzo y Monte Alto de Tudela y en el coto de Cintruénigo. Las rapaces que fueron recogidas por los guardas forestales de Tudela eran, en concreto, 108 milanos negros (milvus migrans), 4 milanos reales (milvus milvus) , 2 buitres leonados (gyps fulvus), 1 alimoche (neophron percnopterus), 1 aguilucho lagunero (circus aeroginosus) y 1 busardo ratonero (buteo buteo). Varias de las aves aparecieron en espacios naturales protegidos, concretamente la Reserva Natural del Pulguer y su Zona Periférica de Protección y la Reserva Natural Balsa de Agua Salada.

La sentencia considera probado que la causa de la muerte fue el envenenamiento por fention demeton S-motil, ambas organofosforados “prohibidos desde hace años en España”, que fueron colocadas en acciones repetidas por los condenados, principalmente en el dormidero de milanos sito en el pinar del Culebrete, en el coto “Montes de Cierzo “con el objetivo de eliminar depredadores de especies susceptibles de caza en los cotos, fundamentalmente la perdiz y la liebre”.

Las ONG que han estado personadas como acusación en el procedimiento esperan que la sentencia «sirva de revulsivo a aquellos que se vean tentados a utilizar el veneno como método de control de depredadores» y sean conscientes de las consecuencias legales que ello puede suponer.

También resaltan el papel del Guarderío Forestal y la Policía Foral de Navarra para el esclarecimiento de los hechos y la importancia que han tenido durante el proceso las escuchas telefónicas llevadas a cabo.

(Fotos: Archivo sin relación con la noticia)

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