Habitó en tierras castellanas de pinares allá por el siglo XVI cuando España aún era invencible y los caballeros nobles protagonistas de tantas batallas.
De buen comer, y mejor beber, maridaba los exquisitos vinos de Medina con los productos que de sus cerdos se elaboraban, con buena sazón y mejor criterio.   

    La cocina de su casa era bien conocida y envidiada por los señores nobles de vecindad y sus fiestas bien celebradas en leguas a la redonda. Dicen los estudiosos que fue el primer productor de embutidos castellanos y su fama nos llega hoy, al siglo XXI  de la mano de su propia marca de productos: Don Guido de Castilla.

×