MARM.-Este diagnóstico se constituye como una herramienta muy útil para la incorporación el enfoque de género en la Política Nacional de Desarrollo Rural, ya que permite disponer de información y datos estadísticos sobre la situación de la mujer en el medio rural

Entre las principales conclusiones a las que llega este diagnóstico cabe destacar el hecho de que, a pesar de la progresiva incorporación de las mujeres al trabajo remunerado, éstas continúan teniendo una menor presencia que los hombres

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha elaborado un documento divulgativo para difundir, de forma resumida, los principales resultados del “Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural”, un estudio que constituye una herramienta muy útil para la incorporación el enfoque de género en la Política Nacional de Desarrollo Rural, ya que permite disponer de información y datos estadísticos sobre la situación de partida, realizar estudios comparados, romper las barreras que hacen invisible la situación y aportación de las mujeres en el medio rural, y diseñar acciones que mejoren su situación.

Dicho estudio tiene la peculiaridad de ser el primero que se elabora con la definición de medio rural establecida en la Ley de desarrollo sostenible del medio rural, lo que va a permitir adaptar las actuaciones a la heterogeneidad de cada territorio y a las necesidades de las mujeres y hombres que los habitan, según las situaciones de desigualdad detectadas, fomentando de esta forma la cohesión social y territorial.

Así, entre las principales conclusiones a las que llega este diagnóstico cabe destacar el hecho de que, a pesar de la progresiva incorporación de las mujeres al trabajo remunerado, éstas continúan teniendo una menor presencia que los hombres (49% frente a 72%).

Asimismo, el diagnostico señala que las principales características de la situación laboral de las mujeres en el medio rural son la asalarización, terciarización, temporalidad y parcialidad de las jornadas. A su vez, las mujeres ocupan los puestos más bajos y menos cualificados y, por lo tanto, menos remunerados, concentrándose en los rasgos salariales inferiores (entre los 400 y los 1.000 euros mensuales).

Asimismo, las conclusiones apuntan a que, aunque las mujeres se han ido incorporando progresivamente al mercado laboral, su situación no ha variado en el ámbito doméstico. De esta forma, las mujeres dedican casi el triple de tiempo diario que los hombres al trabajo doméstico, y cerca del doble al cuidado familiar.

Para la elaboración de este estudio se han realizado más de 4.500 encuestas telefónicas a una muestra representativa de la población rural de entre 20 y 65 años, recopilándose información sobre la situación sociodemográfica del medio rural, la desigualdad de género en el mercado laboral, los usos de tiempo, la percepción de la calidad de vida y la influencia de los estereotipos en la desigualdad de género.

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