Dirigentes del Area de Mundo Rural y Marino de Podemos han salido a la luz pública para mostrar sus diferencias con la manifestación convocada el próximo domingo 5 de febrero contra la caza, en varias comunidades autónomas desde más de 20 ciudades. Aunque esta manifestación es convocada por una parte del movimiento ecologista, IU y EQUO, y cuenta ya con el apoyo explícito en redes sociales de varios círculos sectoriales y territoriales de Podemos, desde el Area de Mundo Rural y Marino de la formación morada consideran que hay algunos temas sensibles en el mundo rural y en su identidad cultural que chocan con estas demandas ambientalistas que son consideradas como “urbanas” y desconocedoras de la realidad del campo.

En este sentido han hecho pública una carta sobre esta manifestación (cuyo texto íntegro se puede leer en nuestra sección de Opinión) en la que se incide en que «generalizar es injusto y no puede ser el punto de partida para abordar ninguna problemática». Por ello creen «necesario tomar iniciativas para matizar  los debates y poder avanzar en puntos de encuentro constructivos». En esta ocasión se trata del tema  de la caza, y que en esta ocasión se dirige concretamente a la prohibición de caza con galgos y contra el maltrato animal.

Tras dejar claro que «comparten» su preocupación por el bienestar animal, también ven que  es necesario dejar claro que el bienestar animal «se convierte en un elemento controvertido si adopta un marco prohibicionista y abiertamente confrontativo (#NoalaCaza) y sin matices en su ataque a una actividad extendida y socialmente relevante, con un importante arraigo asociativo y cultural en el mundo rural de todos nuestros territorios».

Por eso, ven igualmente importante «no perder de vista que la actividad cinegética, practicada de manera responsable y controlada, constituye un importante medio de gestión de la sobrepoblación de fauna salvaje (que en muchas comarcas españolas es responsable de más de la mitad de accidentes de tráfico y de la trasmisión de enfermedades zoonóticas a las cabañas ganaderas)». Pero al mismo tiempo es cierto, también critican que determinada actividad cinegética «ha comenzado a tratar a la fauna como ganado por lo que su incremento en cantidad  genera los problemas derivados del equilibrio ecológico. En este contexto la sobrepoblación de ciertas especies de fauna como el conejo o el jabalí, o el mismo corzo causan daños constantes a la actividad agrícola y no podemos olvidar que la gestión a través de la caza es un camino que es adecuado si se hace con responsabilidad y con criterio».

«Es demagógico e injusto presentar como generalizados tanto los delitos de maltrato a la fauna salvaje»

En lo que respecta al uso de perros de caza, base de la protesta del domingo, desde el Area de Mundo Rural y Marino de Podemos señalan que «constituye en primer lugar, una necesidad de la actividad, además de una tradición cultural deportiva. No podemos pensar sin más y menos decir que las personas propietarias de perros de caza no aprecian y cuidan a sus animales, al igual que lo hacen la mayoría de las personas que tienen mascotas».

Asimismo, se muestran convencidos de que la caza «es una actividad que la inmensa mayoría de los cazadores la practican de manera regulada, dentro de la legalidad y del sentido común. Es por tanto demagógico e injusto presentar como generalizados tanto los delitos de maltrato a la fauna salvaje, como hacia los propios perros de caza, cuando estas situaciones son claramente minoritarias y los casos son cada vez más denunciados».

En última instancia ante su postura por la manifestación del día 5, apuntan a que se requiere «un debate sosegado y con datos para contener excesos demagógicos para repensar un marco regulatorio sobre el que gravitan pesados intereses económicos (cotos privados, PAC, Federaciones de Caza) y que no ha logrado aportar ni las normas adecuadas ni los recursos necesarios para intervenir un espacio amplio en el que tienen que convivir tantas actividades humanas de vital importancia tanto para las ciudades como el propio mundo rural».

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