EFE.- Del Rey ha realizado estas declaraciones momentos antes de participar en un encuentro con directores de área de bodegas y cooperativa agroalimentarias en Ciudad Real, que ha estado promovido por la Factoría de Innovación de Castilla-La Mancha.

El director general del OEMV, que participaba como ponente en esta jornada técnica, ha comentado que estas ventas directas se dejan notar más «a través de compras online o actividades de enoturismo en bodega, un comportamiento que para las pequeñas empresas del sector puede convertirse en crucial a la hora de cuadrar las cuentas».

De hecho, ha señalado, las ventas directas representan ya el tercer canal en facturación, después del consumo en hogares y hostelería.

En este sentido, Del Rey ha insistido en que síntomas como éste deben hacer «despertar urgentemente al productor» para que cambie de mentalidad y adapte las producciones a lo que el país y la comunidad autónoma es capaz de vender en cantidad y calidad.

De esta forma, ha afirmado, «se evitarán escenarios» como el de esta campaña en la que se puede dar el caso de un excedente de vino en las bodegas.

Del Rey ha aprovechado su ponencia para trazar un recorrido por el trabajo que hace y el papel que desempeña la OEMV en el sector vitivinícola.

Junto a Del Rey ha participado en esta jornadas Sébastien Andrés, director comercial para España en Nomacorc, multinacional americana que absorbe el 70 % del mercado de cierres con tapones sintéticos.

El ponente ha desgranado por dónde pasan las claves de innovación en la industria del corcho y ha indicado que «hay mucha ciencia detrás del simple tapón de una botella, porque influye no sólo en sus aromas, sino también en los colores».

Andrés ha detallado a la treintena de asistentes cómo las diferentes cantidades de oxígeno que pasan a través de un tapón hacen que la tonalidad sea una u otra y, por ello «la bodega debe mimar su selección y no mirar en exceso el precio».

De hecho, ha agregado el ponente, detalles como el tapón deben cuidarse al milímetro especialmente en algunas variedades.

«Hoy en día los rosados los queremos casi pálidos, es una moda que apareció en la Provenza francesa y que ahora está en auge. En Estados Unidos es lo más y como para los enólogos obtener un rosado de este color es complejo el tapón puede ser un aliado. No cuidar este elemento será un fracaso asegurado», ha concluido.

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