Un Juzgado de Torrelavega ha condenado a diez meses de prisión a un ganadero de Los Corrales en cuya explotación se encontraron 21 vacas muertas y otra veintena en grave estado de malnutrición, y además le ha inhabilitado para cualquier profesión relacionada con animales durante dos años y dos meses.
El Juzgado ha condenado a este ganadero por un delito continuado de maltrato animal, en una sentencia que es firme y que se ha impuesto por conformidad de las partes.
El ganadero reconoció los hechos que le atribuía la Fiscalía, que pidió que se aplicara a esta persona la atenuante de trastorno mental, que se reconoce en el fallo.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, se señala que la condena de este hombre se suspende por el plazo de dos años a condición de que no cometa ningún delito en ese tiempo. El ganadero era el propietario de una explotación con 43 reses de ganado bovino en Barros (Los Corrales).
Además, localizaron a 22 reses vivas pero en grave estado de malnutrición
La sentencia explica que durante largo tiempo tuvo el cebadero y a los animales «en un estado lamentable de abandono», ya que no les proporcionaba comida ni bebida y tampoco mantenía las instalaciones «con unas mínimas condiciones higiénicas».
Las reses, según se recoge en esta resolución judicial, se hallaban pisando entre diez y quince centímetros de sus propios excrementos.
A finales de junio del pasado año, la Guardia Civil y una veterinaria del Gobierno de Cantabria se desplazaron a la explotación para hacer una inspección.
Los agentes y la veterinaria encontraron 19 cadáveres de bovino adulto en diferente estado de descomposición, y dos cráneos y diferentes huesos semienterrados, de otras dos reses. La sentencia señala que los animales murieron por inanición por la falta de comida y bebida.
Además de estas 21 vacas muertas, localizaron a 22 reses vivas pero en grave estado de malnutrición, que tenían una notable pérdida de peso y atrofia muscular.
Los servicios veterinarios de la Consejería acordaron el traslado de los animales a un centro de sacrificio por su mal estado y se precintó la explotación.
Cuando sucedieron estos hechos, en junio del pasado año, fueron difundidos por los medios de comunicación. Todo se desencadenó a raíz de la denuncia de un particular.