EFE.- "Todo parece indicar que las justificaciones, las explicaciones absurdas y las promesas han pasado a formar parte del arsenal con que cuentan algunos empresarios y cuadros administrativos para salir del paso,(…), o para evadir su cuota de responsabilidad ante un desliz o incumplimiento en el orden productivo", señala el rotativo.
Señala que esa "pareciera ser la táctica a seguir por aquellos de cuyas decisiones depende la buena marcha de la actual campaña lechera en Camagüey".
El periódico recuerda que esa producción estuvo "enmarañada primero por las afectaciones reales de una intensa y prolongada sequía", pero opina que ahora está "entorpecida" por "las chapucerías, el descontrol y la falta de previsión, para chapotear, una y otra vez, en las mismas insuficiencias".
También critica que algunos productores no se ajustan a las normas e incumplen las entregas contratadas con el Estado para comercializar ilegalmente el producto.
El incremento de la producción de leche es uno de los principales proyectos en la sustitución de importaciones de alimentos e impulso a la producción nacional en la isla, un aspecto que el Gobierno de Raúl Castro ha calificado como un asunto de "seguridad nacional" y es prioritario en su plan de reformas económicas.
Cuba importa cerca de un 80 por ciento de los víveres que consumen sus habitantes para un gasto de unos 1.500 millones de dólares al año, dado por la compra de trigo, maíz, leche en polvo y harina y aceite de soja, que representan hasta un 73 por ciento de la factura alimentaria del país.