EFE.- Recientes informes científicos demuestran que su degradación es mucho mayor de lo que se consideraba hasta hace poco.

Según datos del National Center for Ecological Analysis and Synthesis (NCEAS) de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos, los océanos cubren el 71 % de la superficie de nuestro planeta y sus aguas suponen el 95 % de todo el espacio disponible para la vida. Además, 41 millones de personas en el mundo viven de forma directa de la pesca, de los cuales 11 lo hacen de la acuicultura y más de un tercio de la población viven en las costas del planeta.

De estas grandes masas de agua depende el sostenimiento del ecosistema, puesto que por su evaporización por acción del Sol y la posterior precipitación se mantiene la producción de las cosechas. Gracias a este proceso, el agua vuelve al hombre limpia y liberada de los desechos a los que ha sido sometida a través de las corrientes fluviales.

Existen varios factores que contribuyen al estado degradado en el que se encuentran los océanos, entre estos, el cambio climático que ha variado los movimientos migratorios de peces y otros seres que tienen su vida en el agua y que, a su vez, modifican las fuentes de alimentación, la flora y fauna microbiana, fundamental para la subsistencia de los océanos.

Un reciente informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) señala que el 90 % de los recursos pesqueros del planeta están sobrexplotados. Para la científica marina de la organización internacional Oceana, Pilar Marín, «estos datos son alarmantes, por lo que hay que adoptar medidas de emergencia, ya».

Una de las consecuencias es la proliferación de medusas, que provoca un cambio en la estructura de las cadenas alimentarias marinas. Las medusas son alimento de depredadores como los escómbridos, uno de los peces en extinción; a su vez, las medusas comen larvas de pez y devoran zooplancton crustáceo que es base alimenticia de muchas especies de peces.

En cuanto a las basuras que se acumulan en los fondos marinos, Marín indica que «hay que concienciar a la población que hacen falta décadas y hasta siglos para que se diluyan, así resulta prioritario concienciar a la población de cómo hay que tratar los residuos».

En la actualidad, Oceana calcula que al menos 153 especies protegidas habitan en las zonas de Canarias y el Mediterráneo español que, a partir de ahora, podrían abrirse a proyectos de hidrocarburos

Pilar Marín confía en que este Día Mundial de los Océanos ayude a crear una tendencia positiva, aunque manifiesta que «se observa falta de voluntad política. Lo que hay que hacer es acelerar los procesos y darnos cuenta de que si no se toman medidas urgentes, ya sea para la protección de hábitats o especies, o se imponga una pesca sostenible, los horizontes serán cada vez más cortos y los cambios serán irreversibles, así como las pérdidas de hábitats y especies».

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