EFE .- Los pollos fueron interceptados cuando estaban siendo transportados en dos camiones a la ciudad desde la vecina provincia de Guizhou.
Según el oficial "China Daily", los dueños de las aves confiscadas confesaron que habían alimentado a cada animal con entre 300 y 400 gramos de sulfuro de bario.
La investigación comenzó el pasado 18 de abril, cuando una vecina de Chongqing se quejó de que la garganta de un pollo que había comprado estaba llena de una sustancia que no reconocía, explicó Tan Chuan, jefe del equipo investigador.
A partir de esa denuncia, recolectaron muestras de pollos de varios mercados callejeros y las pruebas de laboratorio mostraron que dos tercios estaban contaminados con sulfuro de bario, según Tan.
Según el doctor hongkonés Lo Wing-lok, citado por el diario "South China Morning Post", esta sustancia es poco peligrosa para los humanos, aunque sí puede provocar reacciones a corto plazo como alergia, náuseas, calambres y dolores.
Este es el último caso de animales alimentados con sustancias ilegales para engordarlos en China, después de que en las últimas semanas salieran a la luz varios casos de granjas en las que habían dado clenbuterol a los cerdos.