Solo un día después de que el Gobierno incluyera a la provincia de Huesca en las zonas restringidas por la lengua azul, el Gobierno de Aragón ha anunciado este martes 20 que trabaja con el Ministerio de Agricultura para la erradicación y control de un foco de la enfermedad de lengua azul detectado en una explotación de 600 ovejas reproductoras de la localidad de Montanuy, en la comarca oscense de Ribagorza.

En un comunicado enviado a los medios de comunicación, el Gobierno de Aragón señala que, al igual que sucede con cualquier otra enfermedad, va a obligar a vacunar al ganado ovino y vacuno para generar defensas que impidan la entrada de la enfermedad en los animales y su difusión, para lo que está tratando de conseguir dosis junto al ministerio, aunque no se prevé que estén disponibles antes de mediados de septiembre.

Recuerda además que la lengua azul, que afecta principalmente a los ganados bovino y ovino, se transmite a través de la picadura de un mosquito, no se contagia entre animales y no se transmite ni afecta al ser humano.

Su principal síntoma es la inflamación y cianosis de la lengua de los animales, de ahí el nombre, y otros síntomas varían en función del tipo de ganado, de forma que en el ovino, la lengua azul puede evidenciarse a través de fiebres (hasta 42 grados), heridas, enrojecimiento y necrosis de las mucosas de la boca, encías y paladar, cojeras o abortos, entre otros.

En el bovino, aunque estos animales no muestran síntomas, la salivación abundante, disfagia, fiebre, conjuntivitis o cojera son algunos indicios de lengua azul.

Desde el Departamento de Agricultura aragonés recomiendan, en caso de sospechas, inmovilizar y controlar a los animales en la explotación mediante el sangrado de los mismos para detectar la presencia del virus de la lengua azul, como ha ocurrido en esta explotación de 600 ovejas.

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