Cataluña cuenta con 22.800 hectáreas de plantaciones de pera, manzana y membrillo, de las que 2.950 corresponden a la provincia de Girona.
Diversos fuegos bacterianos han sido detectados y erradicados este año en la zona frutícola de Lleida para evitar la propagación de una plaga que puede causar la muerte de la planta en un corto periodo de tiempo en el caso de la pera.
La ausencia de tratamientos curativos lleva a la Generalitat a la apuesta por realizar prospecciones anuales de frutales y a arrancar y quemar las plantas afectadas si se detecta la enfermedad.