En línea con las consideraciones de los agricultores, Ligero ha mostrado hoy "la absoluta oposición" de esta asociación sobre cualquier tipo de cambio en la reglamentación que afectaría a las materias primas que puedan utilizarse para elaborar brandy u otros productos, como los vinos de Oporto y los de Jerez.

    Hay recordado que hay empresas y países europeos que presionan para que la UE les autorice, en unos casos, a utilizar subproductos del vino como orujos y lías para destilar y obtener la materia prima alcohólica con la que elaboran bebidas espirituosas, como Francia.

    Otros operadores, como las compañías de Jerez, quieren incluso que se les permita utilizar alcoholes no vínicos, como las procedentes de melazas, almidón, caña o remolacha.

    Con un cambio del reglamento, ha afirmado, España e Italia, como grandes potencias comerciantes de aguardientes de vino, serían perjudicadas frente a Francia o Portugal, que defienden los cambios.

    Ligero ha reiterado su "contundente y radical oposición a cualquier cambio de normativa en este sentido". En su opinión, los grandes perjudicados de este posible cambio normativo no serán las empresas destiladoras, que tienen alternativas a la destilación de alcohol vínico, sino el sector vitivinícola, los productores.

    En este sentido, ha planteado que perderían una salida comercial de más de 4 millones de hectolitros al año para la destilación y la producción de alcohol de uso de boca que se utiliza para elaborar brandy, con el consiguiente aumento de los excedentes de vino.

    "El futuro de unas 100.000 hectáreas estaría comprometido porque el producto no sería demandado", ha insistido. El presidente ha precisado, además, que la situación actual -en referencia a la baja oferta de este año por la caída de producciones en varios países importantes- es "absolutamente coyuntural", porque el sector es ya de por sí excedentario.

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