Según la directora del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, María Pilar Jurado, quien ha precisado que lo que se estaba llevando a cabo en la fábrica era el proceso inicial de la producción de cigarrillos, consistente en la elaboración de la mezcla, y que no se ha encontrado maquinaria en la nave para la elaboración de cigarrillos.
En cifras, el precio de venta de la cantidad de picadura intervenida es superior a 2,5 millones de euros, lo que traducido al fraude, si se hubieran vendido los cigarrillos derivados de esa mezcla, ascendería a 3 millones de euros, mientras que la picadura en sí ascendería a 1,6 millones de euros.
Durante la operación, que tuvo lugar el pasado viernes y que ha sido denominada ‘Operación Jaula’, se procedió a la detención de seis personas, de las cuales cuatro han sido enviadas a prisión sin fianza.
Estas cuatro personas (un español, un ucraniano y dos polacos) se encontraban dentro de la nave en el momento de la operación mientras que las otras dos, de nacionalidad polaca, se encontraban en un camión.
Todos ellos fueron puestos a disposición judicial inmediatamente acusados de un presunto delito de contrabando por tenencia y producción ilegal de labores de tabaco.
Un fenómeno reciente en España
Jurado ha señalado que si bien el contrabando de tabaco es un fenómeno reciente en España, en el resto de Europa "no es nada nuevo". En este sentido, ha indicado que desde 2004 se han detectado y desmantelado 54 fábricas en la Unión Europea.
El primer caso de un aviso del sector
La localización de esta fábrica, además de ser algo pionero en el Estado, puede representar el primer caso de lo que según el sector del tabaco puede suceder en un futuro próximo en el caso de que salga adelante la propuesta del tabaco de la Comisión Europea.
Desde hace tiempo, la Mesa del Tabaco, así como los propios estanqueros, vienen denunciando que la propuesta de la UE no sólo va a tener graves consecuencias en materia de empleo en las regiones afectadas, en especial Extremadura, sino que iba incentivar el contrabando de tabaco, que sobrepasa el 20% de media nacional, con casos más extremos como es en la provincia de Cádiz, así como la legada de unos cigarrillos de menor calidad y sin ningún control administrativo. De hecho, no se sabe la procedencia de la picadura, aunque no se descarta que llegara de China, como la que se incautó el año pasado en otra operación.
Por eso, esta ‘primera fábrica’ de tabaco ilegal se puede considerar como un ejemplo de que se ha venido anunciando y que puede llegar a repetirse en un futuro nada lejano.