EFE.- El descubrimiento de estas nuevas especies de moluscos marinos es uno de los primeros resultados de la expedición Karubenthos-2012, organizada por el Museo Nacional de Historia Natural de París con el apoyo del Parque Nacional de Guadalupe y de la Universidad de las Antillas y Guayana, y ha sido publicado en la revista de la Academia Canaria de Ciencias.
En la expedición participaron investigadores y personal de apoyo de siete países, tres de la región (Cuba, Estados Unidos y Venezuela) y cuatro europeos (Francia, España, Países Bajos y Suecia) además de expertos locales de Martinica y Guadalupe.
En concreto los moluscos han sido descritos por los especialistas del grupo José Espinosa, del Instituto de Oceanología de Cuba, y Jesús Ortea de la Universidad de Oviedo en España, quienes han partido hacia Guadalupe para iniciar una segunda expedición.
Éstas son sólo las primeras especies descritas del abundante y novedoso material colectado, por los que esta cifra aumentará considerablemente, comenta al respecto Jesús Ortea.
Durante un mes, 35 personas ocuparon el laboratorio ambulante del museo con el objetivo de realizar un inventario detallado de moluscos, equinodermos, crustáceos decápodos y algas "en un esfuerzo sin precedentes" cuyo principal beneficiario es el Parque Nacional de Guadalupe, que dispondrá de un catálogo exhaustivo de estos grupos "populares" de animales marinos, imprescindible para el manejo adecuado del área protegida.
En comparación con otras reservas marinas del mar Caribe, como Los Roques en Venezuela y Guanahacabibes en Cuba, llama la atención en Guadalupe la escasa abundancia de los grandes caracoles marinos, con o sin interés comercial, que se aprecia tanto en los fondos protegidos como en los que soportan la actividad pesquera o recreativa.
Esto contrasta con la gran abundancia de los caracoles de tamaño mediano o pequeño (micromoluscos) especialmente de aquellos cuya concha sugiere un desarrollo en el interior de la cápsula del huevo, sin fase planctónica, lo que implica una reducida capacidad de dispersión y favorece el endemismo.
Ello implica la existencia de una estrategia reproductiva con larvas de desarrollo directo (que nacen de huevo como pequeños adultos), lo que implica que no tienen larvas planctónicas que favorezcan su dispersión, y por tanto es más probable la existencia de especies endémicas de pequeñas áreas geográficas.
Este es el caso de los nuevas especies de caracoles descubiertas, todas ellas de la familia de las margínelas, cuyos ejemplares fueron recolectados del 2 al 29 de mayo de este año desde la orilla hasta los 85 metros de profundidad.
Hasta ahora, la información sobre la familia de las margínelas en la isla de Guadalupe es muy escasa e incierta y durante la expedición se realizaron 272 colectas intensivas de moluscos marinos asociadas a 71 estaciones cuyas muestras fueron obtenidas por búsqueda directa, raspados, cepillados, aspiración submarina, arranque y remonte de algas y dragados.
Los resultados provisionales indican un número de especies recolectadas vivas cercano a las 1.500.
La gran mayoría de los ejemplares fueron examinados en vivo y fotografiados, y también se sacrificaron animales para estudios posteriores de secuenciación molecular y para la obtención de la rádula.