Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos alerta de la situación de crisis que atraviesan los viticultores «ante la posición de dominio de los principales grupos bodegueros que está lastrando los precios hasta tener pérdidas de 1.500 millones de euros en todo el Estado si no se cumple la Ley de la Cadena Alimentaria«.
Atendiendo a la composición varietal del viñedo español donde más del 65% son variedades de baja cotización (airén en blancas, tempranillo en tintas y similares), en el caso de que este nivel cotizaciones se generalizase, se para la organización «se podría estar hablando de que los viticultores de estos viñedos sufran en esta campaña unas pérdidas de renta de unos 1.500 millones de euros».
Unión de Uniones, que ya a principios de verano confiaba en que esta vendimia se cubrieran los costes de producción, lamenta que no esté sucediendo y señala a los principales grupos bodegueros como responsables, situando los precios casi un 50% por debajo de los costes de producción.
Los informes sobre costes de producción de las variedades mayoritarias en el viñedo castellano manchego cifran tales costes en un intervalo que va desde los 0,40 €/kg en el caso de la blanca airén y de la tinta tempranillo (Informe de la Consejería de Agricultura de Castilla – La Mancha, año 2022) y los 0,50 €/kg. como consecuencia, a lo largo de las tres últimas campañas, del incremento desmesurado de los costes de producción y los bajos rendimientos derivados de la fuerte sequía en el sector.
En este contexto, la organización señala que los precios que se han ido conociendo en la última semana se sitúan entre los 0,23 €/kg. en los airenes (blancos) y un precio ligeramente inferior en los cencibeles (tintos). Unión de Uniones señala que estos precios «son muy similares a los de la pasada campaña en un contexto donde, si bien es cierto que los vinos tintos están padeciendo problemas de demanda, no ocurre lo mismo con los vinos blancos».
«SE ESTÁN APROVECHANDO EN GRAN MEDIDA DE LA DIFÍCIL SITUACIÓN FINANCIERA DE MUCHAS EXPLOTACIONES IGNORANDO LA SITUACIÓN REAL DEL MERCADO CON PRECIOS AL ALZA»
Por su parte, los datos del INFOVI de los que se hace eco la organización indican existencias de vino blanco en Castilla La Mancha en torno a 2,3 millones de hl. (30 de junio de 2024), la mitad que en el mismo periodo de la pasada campaña. Si bien la previsión de cosecha en la región es superior, no es menos cierto que los mercados de vino blanco no se han visto lastrados por la baja demanda.
Unión de Uniones considera que «esta estrategia de partir siempre a comienzos de cada campaña con precios deliberadamente bajos es fiel reflejo de la posición de dominio de grupos bodegueros interesados en tensar la frágil viabilidad de gran parte del sector productor, en este caso en las CCAA de Castilla La Mancha, Extremadura y gran parte de la Comunidad Valenciana».
«Se están aprovechando en gran medida de la difícil situación financiera de muchas explotaciones ignorando la situación real del mercado con precios al alza en especial de vinos blancos» señalan desde la organización. Unión de Uniones cree que no tiene ninguna justificación que se ajusten los precios de esa manera más allá de querer aprovecharse y lucrarse los principales grupos con actuaciones que son más que denunciables ante la AICA y que la organización estudia hacer.
Por último, Unión de Uniones pone en evidencia que el precio de las distintas variedades tintas y blancas sea similar en territorios con DO y en territorios con IG, salvo alguna excepción, desvirtuando el papel de estas figuras de calidad y el necesario resarcimiento de los sobrecostes productivos que supone cumplir con rigor los requerimientos que establecen los Pliegos de condiciones de estas denominaciones.