La organización agraria ASAJA Salamanca ha denuncia, de nuevo, un ataque de buitres que se ha saldado con la vida de un ternero en Herguijuela del Campo, perteneciente a Guijuelo. La OPA insiste a la Junta de Castilla y León que se tome en serio esta problemática ya que los ganaderos viven situación de desesperación y se tomen en serio esta problemática. Máxime cuando se observaque al llamar la ganadera afectada a la Junta de CyL para denunciar este hecho la respuesta que recibió fue que «para qué llamaba si eso no se cobraba».
Cabe destacar que estas rapaces han cambiado su modo de alimentación, pasando de carroñeras a depredadoras por falta de alimento. Al carecer de fuerza prensil en sus garras aprovechan una debilidad para atacar a sus víctimas, como ha sido el caso del ternero de dos días de vida, que se encontraba en Herguijuela del Campo, para la desesperación de los ganaderos, el pasado 19 de agosto.
“Hace ocho días tuve otro ataque en el mismo sitio”, afirma el afectado. “Tengo, ahí, 11 novillas y una vaca. Han parido siete; los buitres ya nos han matado dos. ¿Y ahora qué hacemos? Nos tiramos criando una novilla tres años, con lo que cuesta ahora, que todo es mucho más caro, para que pase esto. Hace cinco años por aquí mataron tres vacas y unos seis terneros”. “Nos nos parece mal que haya que tener buitres, pero la Junta los tendrá que tener alimentados, no que sea a nuestra costa”.
“Cuando me puse en un primer momento en contacto con Medio Ambiente”, asegura la propietaria de la explotación, “me dijeron que para qué llamaba si eso no se cobraba. Ya sabemos que no se paga nada pero deberán tener constancia. Luego sí, vinieron un agente medioambiental y nos dio una hoja para reclamar”.
ASAJA Salamanca pide a la administración regional que establezca un protocolo de actuación como respuesta cada vez que un ganadero de constancia de los hechos pues el sector se encuentra olvidado por la Junta. Y, posteriormente, cambie el modus operandi e implante un sistema de compensación al igual que ocurre con el lobo.
La respuesta de medioambiente debería haber sido » Lo buitres no atacan al ganado vivo»