APAG Extremadura Asaja ha denunciado la falta de respuesta de la consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, que dirige Olga García, a las solicitudes para prevenir perjuicios importantes en la agricultura y la ganadería por daños producidos por fauna silvestre.
En concreto, estas autorizaciones, que siempre se han concedido con normalidad, permitían reducir la colonia de estas especies de fauna silvestre (gorriones comunes, estorninos negros, gallareta, abejarucos, etc.) para reducir los daños en cultivos de higueras, girasol o viñas que se ven atacados por estas especies.
Antes, esta competencia estaba en la consejería de Agricultura, donde se tramitaba con normalidad, pero desde su traspaso a la consejería de Transición Ecológica se ha producido una parálisis absoluta, lo que está haciendo que los agricultores se vean totalmente indefenso ante el ataque de estas especies de fauna silvestre.
«TRANSICIÓN ECOLÓGICA ES UNA CONSEJERÍA QUE NO FUNCIONA PARA NADA, NO DA SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS Y NUNCA CONTESTAN A LAS DEMANDAS”
Y es que, según se ha recordad desde APAG Extremadura Asaja, desde hace un par de años, a pesar de las múltiples peticiones de acciones para prevenir los perjuicios de estas especies silvestres, la consejería no solo no los está aceptando, sino que ni si quiera se está dignando a responder a las peticiones, lo que es una auténtica falta de respeto a los agricultores que ven como sus cosechas se ven mermadas y cómo las distintas aves están dejando sin fruta a ciertos árboles.
Asimismo, y en el caso de los apicultores, también se ha solicitado celeridad a la hora de tramitar los permisos para daños producidos por fauna silvestre, puesto que en su caso particular, los abejarucos se están comiendo a las abejas y si no se toman medidas, estas aves están acabando con las colmenas.
«Transición Ecológica es una consejería que no funciona para nada, no da soluciones a los problemas que se les presentan y nunca contestan a las demandas de los agricultores» se ha denunciado. «No nos explicamos como unas autorizaciones que antes se concedían con normalidad, desde que cambió el marco competencial ya no han vuelto a tener ni visto bueno y lo que es grave, ni se llegan a contestar a los demandantes, lo que es una falta de respeto».
La única respuesta que están ofreciendo es la recomendación del uso de ahuyentadores visuales (siluetas de rapaces) o sonoros, pero que no funcionan al estar ya acostumbradas las aves, algo que sabrían en la consejería «si pisaran el campo en vez de legislar desde un despacho».
Por todo, pedimos al presidente de la Junta de Extremadura que tome cartas en el asunto y que desbloquee el atasco de esta consejería o que devuelva las competencias a Agricultura, pero lo que no puede ser, se ha concluido, es que los agricultores y apicultores estén atados de pies y manos mientras las especies de fauna silvestre están causando perjuicios importantes a sus producciones.