ARAG-Asaja ha rechazado los criterios de concesión de las nuevas autorizaciones de viñedo para 2018, aprobados por la Ministerio de Agricultura y que en La Rioja excluyen a casi 2.000 explotaciones; además de que «olvidan» a los viticultores profesionales.

En una nota, ARAG-Asaja ha añadido que ni el Ministerio ni la Consejería de Agricultura de La Rioja han tenido en cuenta las alegaciones de las organizaciones agrarias sobre cuáles deben ser estos criterios.

Las normas de reparto para 2018, publicadas el pasado día 29 en el Boletín Oficial del Estado (BOE), «vuelven a penalizar a los viticultores profesionales», según ARAG-Asaja.

Ha recordado que, como ha sucedido en las dos convocatorias anteriores, se da preferencia a los nuevos viticultores menores de 40 años que no tengan viñedo a su nombre, lo que «perjudica» a los jóvenes ya instalados y a los viticultores profesionales que superan esa edad.

la limitación de autorizaciones de viñedo afecta al 50% de las explotaciones a las que presta el servicio de asesoramiento agrario

Además, se introduce una novedad que «elimina» a muchos productores profesionales, como es el tamaño de su explotación agraria -no solamente de viñedo, sino de toda su actividad-, que no puede superar las 21 hectáreas.

Esta limitación de autorizaciones de viñedo excluye «tajantemente» a casi 2.000 explotaciones en La Rioja, dado que la Estadística Agraria 2013, que es el último dato publicado, cita a 1.922 explotaciones, que «también son profesionales».

Para ARAG-Asaja, esta limitación afecta al 50 % de las explotaciones a las que presta el servicio de asesoramiento agrario, ha detallado.

Esta organización agraria cree que «estos límites no están justificados y son contradictorios», ya que, para que un joven que se incorpore a la actividad agraria reciba la subvención por primera instalación, debe aportar un mínimo de 9 hectáreas para plantar viñedo; 70 para una explotación de cereal y 30 si esta es mixta.

«Es decir, en todos los casos superan las 5 hectáreas y en los dos últimos, las 21, lo que contradice la filosofía de la nueva norma de lo que se debe fomentar como explotación prioritaria», según ARAG-Asaja.

Ha incidido en que los nuevos criterios de autorizaciones de viñedo tampoco impiden que un beneficiario de una convocatoria vuelva a serlo en una posterior, tal y como se pretendía.

Ha considerado que, desde que finalizaron los derechos de plantación de viñedo, hace ahora tres años, que dieron paso a las nuevas autorizaciones, distribuidas según unos parámetros nacionales que pueden ser concretados a nivel autonómico, «el reparto de la masa vegetal está siendo un despropósito y los criterios que se vienen decidiendo, inconsistentes y poco profesionales».

Ha recordado que en 215 reclamó que los criterios atendieran el principio de profesionalización, de modo que los beneficiarios demostraran que tenían capacidad y competencia profesional, lo que se ha recogido.

También solicitó una limitación por superficie para aquellas explotaciones con un máximo de 50 hectáreas, como proponía la Comisión Europea, no de 21 hectárea, como finalmente se ha decidido.

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