El arroz, junto a la ganadería, es el sector agrario valenciano más castigado por la actual propuesta de la futura PAC correspondiente al periodo 2023-2027. Según un estudio técnico de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las ayudas que recibirán los arroceros a partir del año que viene sufrirán un recorte medio, del 25%, y en los peores casos la disminución llegará al 35% respecto a la cuantía vigente. En total, el sector arrocero valenciano prevé unas pérdidas cercanas a los 7 millones de euros anuales y, por tanto, a los 35 millones durante los cinco años que abarca la futura PAC.
AVA-ASAJA reclama a la Conselleria de Agricultura que en su informe del Programa de Desarrollo Rural (PDR-CV) mantenga un importe mínimo por hectárea similar al PDR-CV 2014-2020 para la ayuda al mantenimiento y mejora de los arrozales, ya que en el primer borrador remitido al Ministerio se omite esta demanda de la organización agraria.
En cuanto al Ministerio de Agricultura, AVA-ASAJA le exige que en el Plan Estratégico de la PAC relaje los requisitos de los ecoesquemas designados al arroz a fin de adaptarlos a la realidad del cultivo, el cual tiene limitaciones por estar enclavado dentro de un parque natural, y facilitar su cumplimiento técnica y económicamente por parte de los agricultores.
Los factores que explican esta fuerte reducción de ingresos en concepto de las ayudas PAC al arroz (tanto en los importes referentes al pago de renta como a los ecoesquemas, las ayudas específicas y agroambientales) son la disminución del valor de los derechos, a causa de la convergencia que se plantea en la próxima reforma legislativa; el endurecimiento de las exigencias de carácter medioambiental, tales como elaborar un plan de regadío y abonado justificado por un técnico competente, efectuar un mayor mantenimiento de las acequias y canales, incrementar el uso de semilla certificada o pasar el láser para nivelar el terreno con una periodicidad anual, entre otros requisitos; y el incremento de los costes de producción, ya que, además del encarecimiento de insumos tan importantes como la energía eléctrica, los combustibles y los fertilizantes, en el caso del arrozal valenciano hay que sumar mayores gastos en mano de obra para combatir la multiplicación sin precedentes de malas hierbas, debido en gran parte a la falta de herbicidas eficaces.
El responsable de la sectorial de arroz de AVA-ASAJA, José Pascual Fortea, advierte de que “si la conselleria y el ministerio no revisan sus propuestas y siguen ninguneando las razonables reivindicaciones del sector arrocero, está en riesgo el precario equilibrio de rentabilidad del cultivo. Entre el hachazo en las ayudas y los sobrecostes económicos, a muchos arroceros no van a salirle las cuentas. Ya estamos al límite y un nuevo empujón nos puede arrojar al abismo. La sociedad y la clase política han de ser conscientes de que está en juego un sector clave no solo desde el punto de vista económico, alimentario e incluso identitario, sino también imprescindible a la hora de preservar los valores medioambientales de los parques naturales de La Albufera y del Marjal de Pego-Oliva. Sin arrozales, nuestros paisajes no volverían a ser lo mismo. ¿De verdad estamos dispuestos a perderlos?”.
La PAC llega muy justito para pagar la contribución rústica.El dinero dando vueltas para el Estado, única y exclusivamente.
A ver si este año no se niega una mata y sigue habiendo sekia y escasez de cereal k es lo k hace falta.
Qué hacen las asociaciones agrarias protestando ahora, han tenido todo el año 2021 para hacerlo y presionar mientras estaba abierta la negociación, ya es tarde ,ahora no se pueden cambiar las cosas, sólo intentan justificar su total inoperancia y el nulo apoyo real a la agricultura, defienden sus intereses y no los de los agricultores, que pena
Bien pedido otras comunidades tienen per y lo cogen del PDR