La plataforma ciudadana SOS Rural denuncia que el incremento de las importaciones de productos hortofrutícolas en 2024 supone una amenaza para la soberanía alimentaria de España. Según datos de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), el valor económico de las importaciones de fruta y verdura se han elevado un 20% en apenas dos años desde octubre de 2022, lo que no solo asfixia a los agricultores españoles, sino que muestra que, a pesar de las protestas del campo realizadas a principios de 2024, el ritmo de importaciones no ha dejado de acelerarse.
SOS Rural señala que esta mayor dependencia de terceros países de fuera de la Unión Europea (UE) “pone de manifiesto nuestra precaria posición frente a productos con los que, por precio, nos resulta imposible competir”. La cantidad de toneladas así lo demuestra, pues en 2022 se importaron 3.121.595 toneladas de frutas y verduras, mientras que en 2024 la cifra fue de 3.587.311, lo que supone un incremento del 14,6 % en dos años.
Este incremento incesante demuestra la tesis de SOS Rural de que el gran caballo de batalla del sector primario en España es la competencia desleal y, por ello, ha puesto en marcha campaña contra la competencia desleal que se puede apoyar en su página web Sos Rural que, entre otras acciones, contempla una vía legal para denunciar, en la UE o en España, la competencia desleal contra agricultores y ganaderos españoles y europeos.
Este frente legal, anunciado por el movimiento ciudadano el pasado diciembre en el marco de la jornada de debate La competencia desleal: la gran amenaza para la supervivencia del sector agroalimentario, organizada por SOS Rural en Murcia, pretende poner en marcha todas las acciones legales que sean necesarias para defender el campo español, que están siendo estudiadas por expertos legales de primer nivel como Manuel Lamela, abogado del Estado y socio director del despacho Acountax.
En este sentido, la última estocada que se ha dado al sector primario ha sido el acuerdo UE-Mercosur, “un paso más hacia el desmantelamiento de nuestra agricultura, ganadería y de toda nuestra industria agroalimentaria”, según SOS Rural. El movimiento ciudadano acusa a Bruselas de “mentir” sobre los perjuicios que este acuerdo supondrá para el medio ambiente, ya que se está trasladando la producción de alimentos a países con bajos estándares medioambientales y, por lo tanto, el cómputo global de emisiones de CO2 aumentará. El movimiento denuncia con este incremento y el previsto en el acuerdo no solo se asfixia a los agricultores españoles sino que “con este acuerdo pierden los 450 millones de ciudadanos de la Unión Europea y pierde el medioambiente, por mucho que Bruselas lo niegue”.