La organización agraria UPA-UCE Extremadura ha advertido este jueves 13 de los precios «ruinosos» que reciben los cultivadores de arroz, que se sitúan en niveles de hace veinte años, debido a las importaciones de terceros países como Camboya o Birmania.
Así lo ha manifestado el secretario general de la organización, Ignacio Huertas, en una rueda de prensa en Mérida, en la que ha exigido a la Unión Europea un «pronunciamiento rápido» sobre el impacto de esta situación para evitar que la espera genere nuevas pérdidas a los agricultores.
«Las conclusiones deberían ir encaminadas a limitar las importaciones de estos países y adjudicar la cláusula de salvaguardia para el cultivo del arroz», apunta la organización agraria en una nota.
Según denuncia, estos arroces llegan a precios «muy bajos» porque no se les obliga a cumplir las «estrictas» normativas en materia de sanidad vegetal «que cumplimos nosotros», como son la prohibición de determinados herbicidas o fitosanitarios.
Respecto a la situación de la campaña, destaca la buena calidad del arroz pero lamenta el retraso en la siembra y la cosecha.
Advierte también del problema originado en las Vegas Bajas con el tratamiento de la pudenta debido a que solo se ha podido tratar una parte de la superficie «porque la base militar de Talavera no ha autorizado los vuelos».
Ante esta situación, UPA-UCE pedirá una reunión con la Delegación del Gobierno para que no vuelva a ocurrir ya que considera «que una cosa tiene que ser compatible con la otra».
Por otra parte, informa de que esta campaña se ha sembrado 21.400 hectáreas, dos mil menos que la anterior.
Comparadas con las cifras de 2016 supone un descenso del 14 por ciento, una situación que preocupa a la organización dado la importancia que tiene el arroz como regulador del resto de cultivos de regadío.
UPA-UCE reclama además una ley nacional de etiquetado para que el consumidor pueda diferenciar los arroces según su procedencia.