EFE.- El acto ha sido organizado por la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), Cooperativas Agroalimentarias y las organizaciones agrarias UPA-UCE, ASAJA, APAG y COAG para denunciar el descenso de los precios motivado por un menor consumo de fruta tras la crisis alimentaria provocada por la bacteria E.coli.

En la avenida Reina Sofía, representantes de estas organizaciones han repartido bolsas de fruta a viandantes y conductores porque las pérdidas para el sector son las mismas regalando fruta que vendiéndola a los precios actuales, según ha explicado el presidente regional de ASAJA, Ángel García Blanco.

La protesta ha tenido lugar junto a un supermercado de la cadena Lidl, que está haciendo negocio "a costa de la ruina y la miseria de los agricultores extremeños" al estar vendiendo el kilo de nectarina a 0,69 euros cuando los costes de producción a la salida de la central hortiofrutícola se cifran en 0,80.

"En los lineales de los supermercados está la fruta de peor calibre y calidad, y en los árboles se está dejando la buena", ha aseverado este dirigente agrario, que ha acusado a la ministra del ramo, Rosa Aguilar, de desconocer las normas de la competencia al permitir esta situación.

García Blanco, que ha tenido que ser retirado a la fuerza por agentes de la Policía de la avenida Reina Sofía cuando estaba repartiendo fruta a los conductores, ha vaticinado además que más de 6.000 hectáreas de nectarina y melocotón, con lo que supone de mano de obra y para el desarrollo de los pueblos, desaparecerán de Extremadura.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Fruticultores (AFRUEX), Antonio Chavero, ha confiado en que el Consejo de Ministros de la UE decida complementar, en su reunión del próximo jueves, las ayudas a la retirada de fruta para evitar la "ruina" de los productores.

En esta línea, el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, ha explicado que el único instrumento para salvar la situación es la la retirada de melocotón y nectarina ya aprobada, "pero -ha aclarado- tiene que ser una retirada con carácter excepcional" porque, de lo contrario, no será efectiva.

"Es una situación que no hemos generado nosotros, pero que está poniendo en peligro el conjunto de las explotaciones de Extremadura", ha aseverado Huertas.

Huertas ha criticado la "mala" gestión que ha hecho el Gobierno de Alemania de la crisis de la E.coli, "que ha puesto nuestros productos bajo sospecha", y la "especulación" que están haciendo los centros de distribución con la fruta de Extremadura.

Se trata de conseguir, ha añadido García Blanco, una retirada masiva de la fruta de peor calibre a 30 céntimos por kilo -con los que se cubrirían los costes de producción- porque, ha aclarado, "no queremos ganar un solo duro este año, pero por lo menos que nuestras economías no se embarguen".

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