Advierte de que "el uso de estos artilugios, además de resultar cruel e innecesario, puede ser constitutivo de ilícitos penales y administrativos y denota una falta total de consideración hacia los animales así como una ausencia de la más mínima pericia en los deberes de su cuidado por parte de las personas que los explotan económicamente".
El Observatorio comenta que el uso de elementos para inmovilizar obliga a los animales a adoptar una forzada y antinatural forma de caminar que puede traer consecuencias muy negativas e irreversibles para su salud.
"Y es que estos artilugios producen un gran sufrimiento al animal, que no solo ve mermada su capacidad normal de moverse sino que además llegan a provocarle deformaciones, llagas, úlceras y cojeras crónicas, derivando en muchos casos en infecciones fruto de las lesiones que les provocan", indica.
Añade que unido a todo lo anterior, la utilización de grilletes o de cualquier otro elemento para inmovilizar pone en grave riesgo las vidas de los animales porque ven imposibilitados sus movimientos "y todo por la comodidad y dejación de los mínimos deberes de vigilancia y cuidado por parte de sus responsables".
Señala que los animales quedan indefensos ante cualquier predador natural y pueden ser víctimas de contingencias como quedarse enganchadas las cadenas que arrastran en un punto fijo del monte sin posibilidad alguna de liberarse por sus propios medios y sin acceso a agua y comida, lo que les condena a una "lenta muerte por inanición", y de un incendio del que no podrían huir fácilmente.
Además, "la inmovilización de los animales domésticos puede suponer un riesgo para la seguridad del tráfico ya que debido a las dificultades para desplazarse portando esos artefactos pueden provocar accidentes si cruzan las vías públicas", advierte el Observatorio.
Estima que cuando "el sector ganadero asturiano viene pidiendo a la Administración del Principado batidas contra los lobos, a los que culpan de causar daños en su ganado, no parece muy coherente dejar reses pastando por el monte encadenadas con sus posibilidades de huida y de defensa totalmente mermadas".
Ambas organizaciones piden a las autoridades que investiguen este tipo de hechos y velen por la aplicación de la legislación vigente en materia de protección animal e instan a la colaboración ciudadana para que se denuncien estas "aberrantes prácticas".
"Este es el único modo que existe para tratar de erradicar estas formas de maltrato tan crueles como ilegales, máxime cuando el sentir generalizado de las sociedades modernas avanza consecuentemente hacia una mayor consideración moral y ética hacia los animales", concluyen.