Esta actividad está prohibida por la normativa de caza actual, por lo que el Seprona estableció un dispositivo de vigilancia y localización del responsable de los hechos, según ha explicado hoy la Guardia Civil a través de un comunicado.

     Finalmente fue el pasado 12 de abril cuando los agentes descubrieron a un vecino de Valladolid que se encontraba de noche en el cebadero ilegal, portaba un rifle de caza mayor calibre 30-06 y se encontraba a la espera de la llegada del animal sin la correspondiente autorización administrativa.

     Los agentes observaron que el hombre ocultaba el vehículo con una lona de color verde para camuflarse entre los matorrales y no ser visto por la fauna, así como para pasar desapercibido y no ser localizado por la Guardia Civil.

     Una vez identificado, los agentes intervinieron el rifle, que ha quedado depositado en la Intervención de Armas de Valladolid, y le informaron de que iba a ser denunciado ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, al contravenir la Ley de Caza de Castilla y León.

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