Agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León de la comarca de Espinosa de los Monteros (Burgos) han localizado y denunciado a un hombre que había colocado un cepo en el campo, por lo que se enfrenta a una multa que oscila entre los 5.000 y los 300.000 euros.
Según ha informado la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, el pasado 9 de noviembre los agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente localizaron, durante un servicio de vigilancia rutinaria, un cepo metálico con restos de sangre y una corneja muerta en sus inmediaciones.
La trampa estaba colocada en un paso habitual de la fauna y la corneja tenía como función servir de cebo. El cepo contaba con dientes metálicos para infringir mayor daño e impedir la posible huida de la presa.
Debido a ello, los agentes pusieron en marcha un dispositivo especial de vigilancia, que dio como resultado sorprender en la mañana de ayer, 11 de noviembre, a una persona montando la trampa y colocándola de nuevo en el paso.
Los agentes identificaron al presunto infractor, levantaron acta de denuncia y decomisaron el cepo.
El Servicio Territorial de Medio Ambiente recuerda que la tenencia y colocación de cepos, lazos o cualquier otro dispositivo de los considerados masivos no selectivos de captura o retención es una infracción grave de la legislación sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad que puede conllevar una sanción de entre 5.000 y 300.000 euros.
La Junta de Castilla y León también advierte que la presencia de cepos en el medio natural es un peligro tanto para las personas como para la fauna silvestre o doméstica, ya que cualquier persona puede pasear por la zona y acabar herida gravemente por pisar un cepo.
(Fotos: Archivo)