Un ataque de lobo a una cabeza de ganado ovino a plena luz del día y a menos de un centenar de metros de una zona habitada y urbanizada en la Sierra de Madrid. No es la primera vez que la explotación ganadera de José Vicente Gil Díaz y Javier Gil García en la población madrileña de Guadalix de la Sierra ha sido golpeada por el lobo, pero el episodio vivido este domingo 20 de julio por la mañana no sólo intensifica el malestar por su recurrencia, sino la inquietud por la cercanía de una zona habitada. Para Asaja Madrid la proximidad de las viviendas confieren a este último episodio un preocupante cariz.
Este ataque se ha producido a medio centenar de metros de la calle Vega de la urbanización Guadalsierra.
Un ejemplar macho adulto de esta especie accedió a la pequeña finca de la familia Gil entre las nueve y las nueve y media de la mañana del domingo, el intervalo de tiempo durante el que el ganadero Javier Gil se tuvo que ausentar para atender otros compromisos. Un conocido de Gil, vecino de la explotación, se percató de la presencia del lobo en la zona y logró grabarle en vídeo antes de dar el pertinente aviso. Paralelamente, Gil acababa de regresar de nuevo al terreno y se encontraba con el animal malherido.
“Estoy convencido de que el ataque del lobo tuvo lugar muy poco antes de que yo regresara a la explotación. Los animales apenas han estado media hora solos, acaso algo menos. En ese tiempo el lobo se ha plantado en el terreno y ha atacado a esta oveja. El lobo la agarró por la nalga, le arrancó carne de esta zona, y en su asedio para llegar al cuello también le pegó dentelladas en una de las paletillas. Al sentirme, se ha marchado. No la ha llegado a matar, en esta ocasión no le ha dado tiempo, pero ha dejado al ejemplar grave. Le hemos hecho las curas lo mejor que hemos podido y ahora tenemos que esperar a ver qué tal su evolución”, explica Javier Gil.
«ESTE LOBO PIERDE LA VERGÜENZA. ESTOY SEGURO QUE SE TRATA DEL MISMO ANIMAL QUE SE ESTÁ CEBANDO CON EL GANADO DE LA ZONA. ESTE LOBO LLEVA MÁS DE DOSCIENTAS OVEJAS ATACADAS”
Cuando Gil ha regresado a su finca se ha temido lo peor al encontrarse a todas las demás ovejas pegadas junto a una zona limítrofe con las primeras casas. Durante el año 2024 ya han perdido cinco cabezas de ganado y, a base de casuísticas, cuentan con experiencia tanto en el modus operandi del animal como en la reacción del ganado.
“Durante la primavera ha estado más tranquilo, más allá de algún ataque puntual en la zona. Hace un mes, de hecho, mató a una oveja de otra explotación. Pero ya el año pasado tanto el verano como el otoño fueron criminales en términos de ataques. Este lobo pierde la vergüenza. No le da achanta nada. Es posible que sea por una cuestión de crianza de los cachorros que hayan nacido en la manada, no podemos precisarlo. Pero sí sabemos que no tiene escrúpulos ni de hora ni de entornos. Este ataque es un ejemplo. Estoy seguro que se trata del mismo animal que se está cebando con el ganado de la zona. Este lobo lleva más de doscientas ovejas atacadas”, denuncia Javier Gil.
Francisco José García, presidente de Asaja Madrid, no oculta su preocupación por este caso: “No se trata de un ataque a una cabeza de ganado dentro una finca de grandes dimensiones a última hora de la tarde o durante la noche, en absoluto; hablamos de una finca pequeña y de un ataque que ha tenido lugar por la mañana y a menos de un centenar de metros de una zona habitada y urbanizada, porque esta es una explotación vecina al casco urbano. No se trata de generar miedo entre la sociedad, pero sí de cobrar conciencia sobre las particularidades un caso que invita a tomar precauciones y acometer medidas rápidamente”.
Para Gil es muy importante que el ejemplar haya podido ser captado en vídeo en el momento de su huida. “Los ganaderos de la zona vemos al lobo, sabemos hacia dónde se mueve. No sube hacia la sierra, baja hacia la zona del Cerro de San Pedro y de Colmenar Viejo. Ya el año pasado una loba fue atropellada en esa zona. Y en una explotación de vacuno que hay en el entorno del cerro se han producido ataques. Convivimos con él y, por eso, no entendemos que muchas auditorías que valoran los ataques nos digan que no hay resultados concluyentes de que se trate del lobo. La protección de la especie está muy bien, es perfecta, pero aquí estamos hablando de otra cosa. Se mira por el lobo a toda costa, en nada por el ganadero. En una explotación como la nuestra no se puede recurrir al argumento del mastín porque es una zona muy transitada por senderistas, ciclistas, paseantes e incluso yo muevo a mis animales junto a un colegio. Los hechos hablan por sí mismos la situación se nos está yendo de las manos”.
Aunque ciertamente es una desgracia por las pérdidas de animales y la merma en la economía del ganadero, ya de por sí muy afectada, apuntar que existen seguros subvencionados por el estado y la mayoría de las CCAA, que cubren este tipo de siniestros de ataques al ganado, principalmente al ovino, caprino y Bovino, que o bien les causa la muerte directamente, o hay que sacrificarles como consecuencia de los daños producidos. Salvo error la indemnización de estos seguros de vida de las especies indicadas. Son compatibles por las posibles indemnizaciones con la administración, es decir se suman a estas. Estamos hablando de los Seguros de AGROSEGURO y concretamente de las Líneas 401, Vacuno de Reproducción y Producción y Línea 404 Seguro de Vida para ganado Ovino y caprino.
Gil no se quejará después que lo coma ese lobo