Han apuntado que ahora que se conoce con fiabilidad la deuda de Pescanova -unos 3.000 millones de euros más 400 millones en bonos (aunque esta última cantidad no es deuda a refinanciar)-, el objetivo es poner en marcha el plan de viabilidad y "ver qué hay que hacer: si es necesario hacer una quita, desinversiones o una línea de liquidez".
Según los datos de KPMG, que está realizado la auditoría "forensic" Pescanova -para detectar fraudes financieros y económicos de la firma-, las necesidades inmediatas de liquidez de la compañía gallega ascienden a 60 millones de euros.
La reunión será la primera toma de contacto con la nueva administración concursal, un trabajo para el que Deloitte ha designado al equipo formado por Senén Touza y Santiago Hurtado.
La administración concursal deberá presentar, primero, el inventario y la lista de acreedores de la compañía y, un mes después, las cuentas anuales de 2012 de Pescanova.