La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) cree que el incremento de manadas detectado por el censo nacional del lobo conocido este viernes 27 demuestra que estos cánidos se expanden y los ataques al ganado crecen, por lo que  hay actuar para proteger a la ganadería extensiva. «La ganadería extensiva vive una situación de grave crisis y el lobo es un problema en determinadas comunidades autónomas que debe ser gestionado», aseguran.

Por eso, tras conocerse estos datos la UPA ha vuelto a reclamar una gestión adecuada de esta especie de depredador, que como demuestra este trabajo está en expansión en el territorio nacional, con especial incidencia en el cuadrante noroeste de España. Concretamente el nuevo censo nacional del lobo publicado este viernes contabiliza 333 manadas de esta especie, 36 más que las 297 inventariadas en 2014, lo que supone un aumento del 12%.

Ese incremento de manadas se ha traducido en un incremento de ataques al ganado, constatan desde UPA, que dificulta enormemente el desarrollo de la ganadería extensiva en España, un método productivo con enormes beneficios sociales y medioambientales que merece ser protegido», según esta organización.

El censo demuestra que el lobo se expande en todas las comunidades autónomas que tenían presencia del depredador en 2014, y conquista otros territorios como Extremadura. Castilla y León, con 193 manadas encabeza la lista. Galicia tiene 93, Asturias 45, Cantabria 23, La Rioja 5, Madrid 5, Castilla-La Mancha 4 y País Vasco 2. El censo de 2007, aunque empleó diferente metodología, inventarió 250 manadas.

Este censo nacional del lobo se ha elaborado con una metodología acordada en el Grupo de Trabajo del Lobo, cuyo trabajo de campo ha sido realizado por las comunidades autónomas, con una coordinación técnica regional en la que participaron técnicos y expertos en el lobo, recopilando la información y llevando la coordinación nacional desde el Miteco.

Según cálculos de UPA, sólo en Galicia, desde el año 2021 se multiplicó por tres el número de avisos y por dos el número de ataques, creciendo especialmente los ataques en animales grandes. La organización reclama no obstante información “transparente y oficial” sobre el número de ataques y daños sufridos por las explotaciones ganaderas, “ya que somos conscientes de que se han incrementado de manera notable en los últimos años”.

AYUDAS A LA GANADERÍA EXTENSIVA Y CONTROL DE LA ESPECIE

Estos datos y esta realidad llevan a UPA a reclamar que se realice una adecuada gestión de la especie para evitar los daños a las actividades que se desarrollan en el medio rural, como la ganadería extensiva. Los ganaderos reclaman ayudas en dos direcciones: desde el punto de vista preventivo y con indemnizaciones que verdaderamente cubran los daños que provocan los ataques de lobo.

Los datos del censo demuestran a juicio de UPA que la modificación del estatus del lobo a nivel europeo es un paso en la dirección correcta. Desde UPA siguen reclamando el apoyo a la instalación y mantenimiento de medidas preventivas, el aumento de las indemnizaciones, y el control poblacional en casos necesarios, entre otras medidas.

La organización reclama que desde el Miteco se adopten las medidas necesarias para una gestión del lobo que atienda las necesidades de las explotaciones ganaderas de carácter familiar, y basadas en medidas de prevención, de indemnización de daños y también de control de poblaciones. “La ganadería extensiva familiar no puede seguir sufriendo ataques reiterativos de lobos, con perjuicio para su rentabilidad e incluso su viabilidad, por lo que es necesario adoptar medidas que palien estos daños y de manera urgente”, aseguran.

También reclaman la implicación de todas las autoridades públicas competentes en temas ganaderos, como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las Consejerías de agricultura de las Comunidades Autónomas, para que se impliquen activamente en la defensa de la ganadería extensiva ante la problemática del lobo.

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