Antonio Navarro Martín / Presidente de ASAJA-Almería
Llegado el 9 de septiembre, Día Mundial de la Agricultura, y cuando estamos iniciando la campaña hortícola en nuestra provincia es momento de reivindicar la actividad agraria, ésa que se dedica a llenar despensas y a ofrecer a la sociedad una amplia gama de productos.
Aquí en nuestra provincia, somos afortunados de contar con un sector pionero, potente, que da empleo y riqueza y que ha vuelto a demostrar en situaciones complicadas como la actual que es el “salvavidas” al que agarrarse cuando el barco se hunde.
Por eso hoy desde ASAJA queremos aplaudir a aquellos que también han sido héroes en la adversidad, trabajando con responsabilidad y proporcionando la tranquilidad necesaria al resto de la cadena alimentaria, y que ahora deben seguir demostrando su papel esencial.
Lógicamente agricultores y ganaderos no estamos al margen de problemas o preocupaciones, muchas de ellas las llevamos años denunciando y son bien sabidas por la sociedad y las instituciones porque son años de lucha; y sin embargo y a pesar de todo, de estar al límite, hemos seguido remando en una situación sin precedentes y garantizando a los hogares productos saludables y seguros porque ése es nuestro papel y también nuestro deseo.
Ahora que lo rural está de moda, que se habla de despoblación, de relevo generacional, debo insistir en que nuestra agricultura tiene retos muy importantes, entre ellos el de conseguir que la actividad sea rentable, obteniendo unos precios dignos, es lo mínimo. Ninguna actividad por esencial que sea puede mantenerse sin un mínimo de rentabilidad que le permita continuar y asumir cuestiones como innovación, digitalización, o modernización o incluso de competencia ante productos de otros países que llegan con costes mucho inferiores. Sin unos precios dignos es imposible que el campo sea atractivo y nuestros jóvenes decidan quedarse en los pueblos y mantener las explotaciones de sus padres y abuelos.
Hoy lanzamos una llamada de atención y también de auxilio, así no se puede continuar.
Por eso ahora más que nunca defendamos nuestros productos, démosles prioridad. Defendamos nuestra agricultura, ganamos todos.