"Hasta el momento han muerto 50 ejemplares, y otros 50 se cree que están infectados por el virus de la rabia bovina", precisó la fuente.

    Los zootecnistas del Ministerio de Agricultura y Ganadería, señalaron que las reses pudieron haber sido infectadas por mordeduras de murciélagos o perros con la enfermedad.

    La "cuarentena" decretada en el lugar establece que "por ningún motivo" los ganaderos pueden sacar de la zona reses o cualquier otro animal que pudiera estar contaminado.

    Se prevé que durante la semana actual se realice una intensa campaña de vacunación para evitar la expansión del virus.

    Izabal, ubicado a unos 250 kilómetros al norte de la capital, es un departamento con grandes extensiones ganaderas, cuyas reses son exportadas a varios países de Centroamérica y al mercado local.

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