La Comisión Europea acelera pasos para poner sobre la mesa un nuevo planteamiento sobre la PAC, marcado desde el próximo mes de mayo con el inicio del debate sobre los Presupuestos europeos, donde se debe empezar a fijar no un recorte de las ayudas (que se da por hecho) sino de cuánto será. Sin embargo, España, pese a la multitud de declaraciones y viajes de la ministra por media Europa en busca de aliados, todavía no ha fijado un posición común para las 17 comunidades autónomas, que mantienen su guerra por su cuenta en busca de los beneficios propios.
Por eso, el titular de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha mostrado su preocupación porque la Comisión Europea vaya a acabar presentando en próximas fechas una nueva normativa “y posiblemente no refleje los intereses de España”, debido a que “no va a tener la posición común española” porque el Gobierno central todavía no ha presentado su propuesta.
“España debe adelantarse al debate”, ha aseverado el consejero en el programa Espacio Reservado de encastillalamancha.es, porque “nos jugamos tanto con la PAC” que esta posición común no debe demorarse. Entiende Martínez Arroyo que es “difícil” presentar una posición común de las 17 comunidades autónomas, que son las competentes en materia agraria, pero que si España sale perjudicada de esta negociación “nos quedamos en saldo negativo”, es decir, la balanza de aportación y de recepción de recursos de la Unión Europea será negativo.
Por eso, el consejero reclama que “a nivel de país hay que acelerar”, aunque reconoce que “compadece” a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, porque tiene por delante la “muy difícil” misión de poner a todos de acuerdo en una posición común ante la PAC.
Una ministra que por no recibir no recibe ni el apoyo moral de su propio partido.Y es que el portavoz de la Delegación Española Popular, en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, no ha ocultado que la reforma de la PAC, por efecto del Brexit, puede conllevar «menos fondos, restricciones en su reparto impulsadas por los países del Norte y criterios más exigentes».