Alguien puede pensar que en qué nos afecta a las mujeres rurales la polémica suscitada por la llegada de Gala León a la Capitanía del equipo español de Copa Davis. Pues bien, en todo. El hecho en sí de proponer a una mujer a la cabeza de un equipo humano, con más hombres que mujeres, en un sector (el deportivo) muy masculinizado y machista, ha hecho saltar las alarmas de los “habituales” del lugar. Y este hecho ocurre cada día y se silencia en empresas, sindicatos y/o instituciones agrarias o de ámbito rural. Pero nadie lo denuncia, hasta ahora.

    El nombramiento de la nueva Capitana tuvo como resultado que Toni Nadal (entrenador y tío de Rafa Nadal) se pronunciara diciendo que no le parecía “propio” que dicho cargo lo ostentara una mujer, por aquello de que los chicos en el vestuario van “con poca ropa”. Y, poco después salió al paso Rafa Nadal declarando que le parece “extraño, porque hay muchos candidatos que han hecho grandes méritos para estar ahí”.

    Cómo no compararlo con la situación que viven las mujeres sobradamente preparadas cuando se presentan a un cargo de Gerente en una cooperativa agroalimentaria cualquiera, o aspiran a un puesto de decisión en un sindicato agrario, por poner un ejemplo.

    Probablemente pensarán, si no les ha ocurrido, que las tratarán como a cualquier cantidato/a; que analizarán sus estudios, experiencia, actitudes, aptitudes, etc. Pues por desgracia, se equivocan. Lo que ocurre en la España del s.XXI es que, de entrada, se rechaza la candidatura sin un motivo aparente. Sin justificación. Cuando alguna osada escarba en el proceso en sí, porque le parece “extraño” que no se le responda a ninguna de sus candidaturas, en las que su perfil encaja a la perfección, se encuentra con la verdad.

    Decía en una entrevista Carme Lluveras (entrenadora y general manager de baloncesto) que, cuando propuso en Can Barça ser asistente de Pesic en el equipo masculino y, ante su insistencia, le respondieron que “esto no es un circo”. A esas mujeres del mundo rural que se enfrentan a la verdad, se les responde que “eres mujer”, “que puedes coger bajas”, “que la Junta Directiva (masculina) no quiere mujeres”, “que igual un puesto en contabilidad te encaja mejor”… Sin comentarios.

    Gala León ha puesto en portada un problema de machismo que existe en la España en que vivimos y que mucha gente desconoce. ¿Tan difícil resulta valorar por igual candidaturas, sin distinguirlas por el género de la misma? Tal vez, parafraseando a Rafa Nadal, hay muchas candidatas que han hecho grandes méritos y se las descarta por ser mujeres. Y, en el mundo rural y agrario me pregunto: Si han sido los hombres los que llevan años llevando este sector a la ruina, ¿puede una mujer gestionar peor una cooperativa o liderar un sindicato que un hombre? Si alguien ha mantenido el mundo rural en pie ha sido la mujer. Tal vez, si nos dejaran dirigir, ayudaríamos a reflotarlo.

    Como dice Gala, la solución al problema “es muy sencilla, sólo hay que llamar a la puerta”.

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