La Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León solicitará al Gobierno central que declare como «situación agroclimática excepcional» las zonas del Páramo de León, tanto en la general, como la media y la baja y Villadangos de León, para que los agricultores puedan acceder a ayudas, tras las inundaciones sufridas el pasado invierno.
se quiere que los 7.000 agricultores afectados accedan a condonaciones de impuestos, deducciones en el RPF y acogimiento a créditos blandos
Lo ha anunciado este lunes 29 la titular de esta Consejería, Milagros Marcos, quien ha explicado en rueda de prensa que, en caso de que se conceda dicha declaración «los 7.000 agricultores afectados por las inundaciones podrán acceder a condonaciones de impuestos, deducciones en el módulo del IRPF y acogimiento a créditos blandos».
La solicitud se realizará de manera inmediata, ya que el objetivo es «lograr la mayor celeridad posible, para que puedan contar con los correspondientes beneficios antes de que se lleve a cabo la cosecha», ha advertido Marcos, quien ha destacado la colaboración mantenida con la Federación de Regantes del Duero, Ferduero, desde el primer momento.
Gracias a ello, se han llevado a cabo diversas líneas de actuación desde la Junta de Castilla y León, como garantizar el cobro de la PAC a los agricultores afectados, incluso si no pudieron sembrar la superficie, o la ampliación de las solicitudes de la PAC para aquellos que sembraron de forma tardía.
También se ha anulado la exigencia de un determinado porcentaje de siembra de la Consejería a los agricultores que han recibido ayudas de la Administración para planes de mejora de las explotaciones, y la penalización impuesta respecto a la medida agroambiental de la remolacha, condicionada a la entrega de toneladas a las fábricas.
El estudio de campo de la Junta señala que que se han dejado sin sembrar 7.000 hectáreas más que en 2015
Asimismo se ha trasladado a las entidades financieras la petición de que tengan condiciones excepcionales y apliquen moratorias y aplazamientos en los casos de agricultores afectados por las inundaciones.
El estudio de campo realizado por los técnicos de la Junta, fruto de un análisis de las 650 parcelas afectadas y las más de 2.500 hectáreas, cotejado con las solicitudes de la PAC, has determinado que se han dejado sin sembrar «7.000 hectáreas más que en 2015, es decir, un 62% más de superficie, principalmente en los cultivos de maíz y remolacha».
En total se calcula que ha habido «6.500 hectáreas menos de maíz sembrado, respecto a 2015, y 709 de remolacha, mientras que la siembra tardía ha sido de un 71% de la superficie de maíz y de un 56% de la remolacha», de ahí que se haya determinado pedir la declaración de situación agroclimática excepcional para estas zonas.
Por su parte, el presidente de Ferduero, Ángel González Quintanilla, ha indicado que las consecuencias de las inundaciones podría redundar en la desaparición de muchos agricultores jóvenes «que han hecho un gran sacrificio para mejorar las explotaciones y están cargados de créditos», de ahí que sean necesarias las ayudas.
Ha advertido de que «hasta que no concluya la cosecha no se sabrá el alcance de los daños» y, aunque la estimación de los mismos es de un 30-35%, podría ser mayor si en septiembre «las temperaturas afectan a la maduración del maíz sembrado tardíamente».
En este sentido, Milagros Marcos ha recordado que «la producción media anual de maíz está en 600.000 toneladas, y la de remolacha, en 420.000 toneladas por año».