El pasado año se declararon 155.000 hectáreas, de las cuales, con el nuevo coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP), únicamente son aprovechables 67.500 hectáreas. Ante esta situación de un déficit de al menos 37.500 hectáreas, según la organización agraria, se ha de resolver arrendando otra superficie disponible," si es que la hay", que hasta ahora no se había declarado, así como que la Junta modifique los coeficientes de admisibilidad de pastos.

La revisión se deberá hacer bajo petición personal de cada ganadero afectado

     La consejería de Agricultura no ha informado del mecanismo para esta revisión excepcional de los coeficientes de admisibilidad, pero todo parece indicar que tendrá que ser bajo petición individual de cada ganadero afectado, un trámite que coincidirá con la tramitación de las ayudas de la PAC.

    Este déficit de 37.500 hectáreas no se reparte homogéneamente en todos los municipios, por lo que los hay con mayores y menores problemas. Precisamente la mayor problemática se detecta en municipios de censos ganaderos altos coincidiendo con montes de elevada pendiente y abundante arbolado. ASAJA está "en absoluto desacuerdo con los coeficientes de admisibilidad de pastos que se han establecido en la provincia de León, los más perjudiciales de toda Castilla y León, ya que no se ha tenido en cuenta que bajo los hayedos, robledales y árboles de ribera, crece una vegetación herbácea, favorecida por una climatología de mayores precipitaciones, que ha servido de sustento de la ganadería durante siglos, tratándose de una práctica ganadera tradicional, sostenible y claramente beneficiosa para el medio ambiente. Y la pendiente, en la mayoría de los casos, no es obstáculo para que crezca el pasto y pasten los animales", destaca la organización en un comunicado.

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