De esta manera, la Administración regional atiende la petición de ASAJA de Ávila y autoriza a los agricultores de la comarca de Arévalo a realizar el arado profundo de los rastrojos tras la cosecha, con una profundidad superior a 20 centímetros, sin que esto suponga incumplir la medida de condicionalidad establecida para recibir las ayudas directas de la Política Agrícola Común.
Por ello, ASAJA de Ávila valora "positivamente la sensibilidad" mostrada por la Junta de Castilla y León ante esta solicitud, que la organización profesional agraria considera útil para el control del topillo, al igual que otras medidas como la quema de cunetas y linderos que ASAJA pide a la Administración regional autorice a tiempo para hacer frente a este tipo de roedores.
Se trata de usos y costumbres tradicionales en el campo que son inocuas y también beneficiosas para el medio que evitan otro tipo de actuaciones más costosas como el uso de rodenticidas.